El parque de atracciones que fascina a los catalanes: son los turistas extranjeros que más lo visitan

En Cataluña hay mucha afición a los parques de atracciones. Sólo hace falta recordar que en la misma Barcelona hay uno, el Tibidabo, pero antes convivía con un segundo, el de Montjuïc. Pero bueno, ahora están PortAventura, Ferrariland, Isla Fantasía, Aqualeón y muchos otros.

Pero los amantes de estos lugares quieren más, de allí que luego vayan al Warner de Madrid, al mítico Eurodisney y, a otro que, fue muy famoso en los años 90, pero que no ha perdido fuelle, Futuroscope.

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Situado a 15 minutos de Poitiers, este parque de atracciones del futuro (todavía hoy), atrae cada año a dos millones de visitantes, entre ellos, 45.000 españoles y, la mayoría de ellos, catalanes. El visitante catalán es el segundo que más visita el parque, sólo por detrás de los franceses.

¿Qué tiene este parque que lo hace tan atractivo, teniendo en cuenta que se encuentra a dos horas de Barcelona en avión? Bueno, casi la pregunta sería a la inversa.

Cómo es Futuroscope

A pesar de que está a punto de cumplir 40 años, este parque nacido en 1987 sigue fascinando por sus edificios futuristas y unas atracciones que te hacen viajar al siglo XXII. Y todas ellas, cuentan una historia.

Desde la atracción basada en la película de Luc Besson, Artur y los minimoys, hasta la Máquina del Tiempo, protagonizada por los Rabbids, antes de subirte a la atracción te cuentan una historia. Un relato que te hace entrar en un mundo completamente diferente en cada atracción, pero que apenas te prepara para las emociones que uno puede vivir después.

Futuroscope JOAN COLÁS

Sólo hace falta pensar en La Vienne dynamique, una atracción que quiere mostrar cómo es esta región de Francia, pero que te mete de lleno en un coche de Fórmula 1, te eleva sobre las nubes y te hace viajar en unos asientos que se mueven sin parar. Bueno, y te lanza viento agua y demás. 

El 4D hace tiempo que es una realidad en este parque, se puede sentir cuando uno se mete en el Cazador de Tornados, donde uno huye de este fenómeno atmosférico dando vueltas sin parar, subiendo y bajando, mientras sientes la velocidad del aire.

Atracción de Futuroscope JOAN COLÁS

Claro que para atracciones de este tipo, El Viaje Extraordinario, una vuelta al mundo ficticia, que permite "volar" sobre algunos de los paisajes más emblemáticos del planeta.

Los visitantes se sientan en una plataforma flotante con los pies colgando y, tras un despegue simulado, se encuentran frente a una pantalla hemisférica que proyecta imágenes aéreas en altísima resolución. Todo acompañados por aromas ambientales y corrientes de aire de diferentes partes del mundo

Atracción El viaje extraordinario

Y si uno quiere emociones fuertes, que se prepare para viajar a al espacio en una montaña rusa que no es lo que parece. Uno no ve grandes vueltas sobre sí mismo, ni hay loops que te ponen boca abajo, pero ni falta que hace.

Los giros a gran velocidad y sobre el propio eje del carro en el que uno va y una sorpresa inesperada hace que en las fotos uno salga con la cara descompuesta. Eso sí, con ganas de repetir una y otra vez,

Atracción Objetivo Marte FUTUROSCOPE

También te pone para arriba, para abajo, a los lados y del revés un baile con las máquinas del futuro. A ritmo de las versiones y canciones de Martin Solveig, un brazo armado hace volar a quien se suba allí. Un baile muy distinto en una discoteca particular.

Por último, destacar una de las atracciones más especiales, sensoriales, excitantes y emocionales de Futuroscope, Ojos que no ven. Se trata de una de las atracciones, aparentemente, más simples pero que más atrapa al público.

Atracción Bailando con robots

En grupos de diez, los visitantes se sumergen en la más absoluta oscuridad para guiarse únicamente por el oído, el olfato y el tacto y  descubrir paisajes, culturas y escenas de la vida cotidiana en distintas partes del mundo. Así, uno asciende por los Andes, viaja en barco por el Archipiélago de Zanzíbar o trata de moverse a ciegas por las calles de Tokio.

La atracción nació hace 20 años como una experiencia efimera organizada por la asociación Les Yeux Grands Fermés (la ONCE francesa), para que las personas videntes pudieran experimentar como viajan las personas invidentes. El éxito fue tal que se ha convertido en una atracción permanente y de las que más huella dejan en el visitante.

Atracción Ojos que no ven FUTUROSCOPE

La atracción, que tiene un coste aparte y cuya recaudación va destinada a la investigación y ayuda a las personas invidentes, está guiada por varias personas que no ven, y que luego están abiertas a todas las preguntas que uno quiera. La experiencia es única.

El parque acuático del futuro

Como también lo es el parque de atracciones del futuro. Desde hace dos años, Futuroscope cuenta con un parque acuático que sorprende a muchos. ¡Está cerrado! No al público, sino que las atracciones acuáticas están bajo techo, por lo que uno puede disfrutar de ellas incluso en invierno y días de lluvias.

Saltos al vacío, toboganes que giran hasta la saciedad, carreras con flotadores, toboganes eternos y todo con la garantía de que los pequeños no van a salir del recinto. Esta completamente cerrado.

Piscina de Aquascope

Además, cuenta con varias piscinas de ola donde no sólo se realizan proyecciones que sumergen al visitante en otro universo o mundo del futuro, sino que hay una gran pantalla de cine, que permite ver películas metido en el agua. Pocas palabras pueden describir la experiencia. de allí que hablen las fotos.

Todo esto atrae a catalanes y al resto de dos millones de personas que viajan cada año hasta allí. ¿Dónde se alojan? Depende. Pero el parque ofrece dos opciones, o en unas cabañas sostenibles o en una estación espacial ubicada en Marte. Al menos, eso parece nada más llegar.

Dónde dormir

El hotel Station Cosmos es, precisamente, esto. Alojarse en una nave espacial. Al entrar se encuentran los trajes espaciales, restos de elementos espaciales y unos ascensores que parecen compuertas de una estación espacial.

Las habitaciones no son menos. La televisión está enmarcada como si fuera el control de mandos de una nave espacial. Las luces y cortinas funcionan por domótica y las camas y sofás están suspendidos sobre el suelo. Todo está pensado para hacer sentir al huésped en el espacio. Hasta si uno mira por las ventanas verá una recreación de Marte a través de los cristales azules del alojamiento.

Space Cosmos JOAN COLÁS

Además, todas las habitaciones están pensadas para familias. En este hotel, el 4 es el número de la suerte. 4 son las estrellas que tiene el alojamiento y todas las habitaciones tienen capacidad para 4 personas, aunque uno viaje solo o en pareja.

Quien prefiera dormir en la futura Tierra sostenible y respetuosa con el medio ambiente tiene el Ecolodgee, un resort sostenible, donde la madera está presente desde la entrada hasta en las estancias. 

Hotel Ecolodgee JOAN COLÁS

Las habitaciones son casas de madera, también para 4 personas que, como de un resort se tratase, van a dar a unas lagunas donde las ranas campan a sus anchas entre la vegetación. Aquí no hay televisión, ni aire acondicionado (sí ventiladores).

Tampoco bar-restaurante, como en los viejos tiempos, el desayuno lo traen a la habitación cada mañana. Tranquilidad y sostenibilidad para aquellos que necesitan calma tras tantas emociones en el parque.