
Torre Lluvià AYUNTAMIENTO DE MANRESA
El desconocido modernismo rural del interior de Cataluña: la fusión perfecta entre naturaleza y arquitectura
Una casa a una hora de Barcelona es el ejemplo perfecto de esta corriente arquitectónica y la relación con su entorno
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Una de las cosas que caracterizan al modernismo catalán es esa fusión perfecta entre naturaleza y arquitectura. Los genios de este movimiento, como Gaudí, Puig i Cadafalch o Domènech i Montaner se inspiraron en elementos como el agua, los animales, los árboles o las flores para crear nuevas formas arquitectónicas que daban una nueva visión de la forma de construir.
Así, cuando uno ve la Pedrera, puede pensar en las olas del mar o las corrientes de aire, en la fachada de la Casa Batlló se distinguen claramente las partes de un dragón –su columna en el techo, su rostro en los balcones–, y en su interior, hay una gota de agua impactando contra el mar incrustada en el techo.
Así, uno podría dedicar horas a las creaciones modernistas. Las más conocidas están estudiadas de sobras, otras, en cambio, guardan sus secretos alejadas de las grandes ciudades. En Manresa, por ejemplo, lejos de la masificación turística de Barcelona, se halla una de las joyas modernistas catalanas más desconocidas.
En las afueras de Manresa, entre campos de cultivo y bosques, se alza una joya del modernismo rural que ha resistido el paso del tiempo y las inclemencias del abandono: la Torre Lluvià.
Un obra con dos nombres
También conocida como Vil·la Emília, esta casa señorial de carácter residencial-rural fue diseñada en 1896 por el arquitecto manresano Ignasi Oms i Ponsa, por encargo del industrial textil Josep Lluvià i Vidal. Su nombre original, en cambio, rinde homenaje a la esposa del propietario, Emília Serramalera i Oller.
Aunque poco conocida, la Torre Lluvià es un ejemplo destacado de la arquitectura modernista con elementos historicistas. El edificio principal presenta una planta cuadrada y se compone de tres cuerpos: uno central de tres pisos con una torre octogonal, y dos laterales adosados de dos pisos cada uno.
Cómo es Torre Lluvià
Las fachadas están estucadas con un despiece de sillares, y las esquinas se refuerzan con pilastras. El acceso principal se realiza a través de una puerta en arco rebajado, sobre la cual se encuentra un balcón con triple abertura apoyado por cuatro ménsulas. Las cubiertas son inclinadas, acabadas en amplios aleros sostenidos por tornapuntas de madera y cubiertas con teja árabe.
Además del edificio principal, el recinto cuenta con varias edificaciones anexas, como un almacén, un garaje, un establo y una balsa. Y es que la finca abarca una superficie de más de 75.000 metros cuadrados.

Vila Emília o Torre Lluvià WIKIPEDIA
El entorno de la casa
Más allá de los detalles arquitectónicos, el edificio está rodeado de campos de cultivo y bosques, lo que refuerza su carácter de retiro rural y la conexión del modernismo con la naturaleza.
De hecho, el entorno de la torre es un espacio natural de gran valor paisajístico conocido como la Anella Verda de Manresa.
Una historia de abandono
Antes de llevar ese nombre y formar parte de este particular anillo verde protegido, la Torre Lluvià pasó por varios propietarios y sufrió un progresivo deterioro debido a la falta de mantenimiento.
Si a lo largo del siglo XX el edificio sobrevivió a duras penas, el XXI ha sido el momento de su renacimiento. En 2012, el Ayuntamiento de Manresa adquirió la propiedad con el objetivo de restaurarla y convertirla en un equipamiento público relacionado con el turismo y la promoción de productos locales.
Cómo es ahora
La rehabilitación del edificio se llevó a cabo en varias fases. En una primera etapa, se restauraron la envolvente y la estructura del edificio para frenar su avanzado estado de degradación.
Posteriormente, se realizaron obras de mejora y adecuación del espacio, incluyendo la recuperación de pavimentos hidráulicos originales, reproducción de cielos rasos y pinturas decorativas, y la restauración de elementos de carpintería originales. Además, se llevaron a cabo iniciativas para replantar viñedos y olivos en los terrenos de la finca.

Torre Lluvià a Manresa AYUNTAMIENTO DE MANRESA
Cuándo visitar Vil·la Emília
Modernismo, naturaleza, ruralidad y legado histórico. Estas son las cuatro características que definen a la Torre Lluvià que, hoy, se ha convertido en un punto turístico y en un centro de interpretación de la citada Anella Verda de Manresa.
El edificio abre sus puertas al público el último domingo de cada mes por la mañana, de 11 a 14 h, ofreciendo visitas guiadas que permiten conocer el pasado y la arquitectura de la torre, así como el nuevo espacio de las tinas. Además, desde este punto, también se pueden realizar diferentes itinerarios por el entorno natural o visitar dos de las bodegas de la D.O. Pla de Bages que se encuentran muy cerca.
Cómo llegar
Llegar hasta allí es relativamente sencillo. En coche, el viaje no alcanza la hora. Se toma la autopista C-58 en dirección a Terrassa/Manresa y, una vez llegado a la capital del Bages, se sigue las indicaciones hacia la Anella Verda y la Riera de Rajadell para llegar a la Torre Lluvià.
En tren el viaje es más largo, se tarda una hora y 25 hasta Manresa y luego es necesario pillar taxi hasta el recinto modernista. Se puede ir con la línea R5 de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) o con Rodalies Renfe.