La casa rural modernista que sorprende en el centro de Barcelona, la Casa Pere Company

La casa rural modernista que sorprende en el centro de Barcelona, la Casa Pere Company WIKIPEDIA

Historia

Parece Viena pero está en Cataluña: la casa rural modernista que sorprende en el centro de Barcelona

La fachada, lisa y blanca, apenas muestra decoración, salvo por algunos esgrafiados en forma de guirnaldas

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Barcelona no es tan imperial como Viena, pero hay algunos arquitectos que han hecho posible acercar la elegancia de la capital austriaca a la capital catalana. Y pocos dirían que de ello uno de ellos fue un genio modernista.

El artífice de templos como la Casa Amatller, la Casa de les Punxes o el Palau Macaya, tiene otro edificio mucho menos conocido, de un estilo mucho más sereno que recuerda a una casa típica vienesa. ¿Modernista? Sí, pero con un toque que recuerdan casi a una casa rural de los Alpes. Ahora, en medio de Barcelona.

El edificio en cuestión pasa desapercibido. De hecho, quien pasea por la confluencia de las calles Buenos Aires y Casanova, en pleno Eixample barcelonés, difícilmente imagina que tras una fachada blanca y aparentemente austera se esconde una de las obras más insólitas de Josep Puig i Cadafalch.

El inmueble en cuestión tiene nombre propio, Casa Pere Company, y es un imponente chalet urbano de aires centroeuropeos que desconcierta y fascina a partes iguales. Sobre todo, porque exhibe una sobriedad inusual para su autor, aun así, es una pieza clave en su evolución estilística.

Cuándo se hizo la casa

El nombre de esta construcción de 1911 responde al hombre que la encargó. Pere Company i Molins, un empresario textil, quiso erigir allí su residencia familiar. 

El solar fue adquirido un año antes por su esposa, Maria Company i Puig, quien quiso contar con una figura que ya destacaba. Puig i Cadafalch ya era una figura consolidada, conocido por obras como la Casa Amatller o la Casa de les Punxes. Aquí, en cambio, firmaría algo muy distinto.

La casa Pere Company en una imagen de archivo

La casa Pere Company en una imagen de archivo

La época blanca de Puig i Cadafalch

Los expertos en la carrera del arquitecto consideran la Casa Pere Company como la primera obra de la llamada "época blanca" de Puig i Cadafalch. En esta etapa de su carrera profesional,  el arquitecto abandonó progresivamente la ornamentación exuberante que había definido su etapa modernista.

El arquitecto quiso apostar por unas líneas más sobrias, unas estructuras limpias y una paleta cromática contenida. Pero esa "sobriedad" es, como tantos conceptos en arquitectura, relativa.

Cómo es la Casa Pere Companys

El edificio es una enorme casa esquinera, de planta baja y dos pisos, con tejado a dos aguas, de clara inspiración nórdica. La fachada, lisa y blanca, apenas muestra decoración, salvo por algunos esgrafiados en forma de guirnaldas y el magnífico mural de la Virgen de la Asunción, obra de Tomás Fontanals, que corona la fachada de la calle Buenos Aires. 

Este elemento, delicado y simbólico, introduce por primera vez en la obra del arquitecto barcelonés motivos de la Secesión vienesa, movimiento artístico surgido en Austria a finales del siglo XIX. Esta influencia sirvió para apuntalar el cambio.

Detalle de la fachada de la Casa Pere Company

Detalle de la fachada de la Casa Pere Company WIKIPEDIA

La relación visual con Viena no es casual. En la Casa Pere Company, Puig i Cadafalch experimenta con formas que recuerdan más a Otto Wagner o Josef Hoffmann que al modernismo catalán de formas onduladas y decoraciones florales. 

La geometría también se impone: las líneas son rectas, los volúmenes bien definidos y los ornamentos discretos. Por su parte, en el tejado, inclinado y asimétrico, rompe con la tradición mediterránea y aporta una imagen casi alpina. 

El toque modernista

En las esquinas, balcones de hierro forjado de diseño minimalista contrastan con las barandillas vegetales dan el toque modernista al municipio. Esta estética mezclada, en cualquier caso, no resta elegancia al edificio.

Estos cambios de estilo, parecen ir unidos a los cambios de propietarios. Desde su construcción en 1911, la Casa Pere Company ha acumulado un historial tan denso como la propia historia de la ciudad.

Detalle de rejas modernistas de la Casa Pere Company

Detalle de rejas modernistas de la Casa Pere Company WIKIPEDIA

Cambios de propietarios 

Tras ser residencia de los Companys hasta 1920, fue vendida a la familia Rosal, propietarios de la empresa textil Manufacturas Rosal. Más tarde, durante la Guerra Civil, el edificio fue expropiado y pasó a ser la sede del Laboratorio de Técnica Policial de Orden Público, una función bien distinta a la residencial.

En 1940, tras el conflicto, la propiedad fue adquirida por el médico Melcior Colet Torrebadella, quien la transformó en una clínica privada. La reforma corrió a cargo del arquitecto Santiago Marco Urrutia, adaptando el interior a su nuevo uso médico. En 1982, el propio Colet donó el edificio a la Generalitat para convertirlo en un museo del deporte y centro de estudios, función que mantuvo durante varias décadas bajo el nombre de Museo y Centro de Estudios del Deporte Melcior Colet.

Un edificio modernista cerrado al público

Desde 2014, la casa permanece cerrada al público debido a obras de rehabilitación, centradas en preservar su valor arquitectónico y devolverle parte de su esplendor original. Uno de los ejes de la restauración ha sido la recuperación del blanco original de la fachada, así como la conservación de los esgrafiados decorativos, especialmente el de la Virgen.

En el interior, las obras han permitido restaurar vigas originales del salón de la chimenea y, de forma inesperada, descubrir elementos ocultos tras un falso techo de los años 20, como vigas decoradas que habían quedado tapadas durante casi un siglo. A pesar de estos avances, la casa no se puede visitar actualmente, y su presencia sigue siendo un misterio incluso para muchos barceloneses.