
La desconocida casa modernista a 20 minutos de Barcelona, la casa Coll i Regàs CASA COLL I REGÀS
La desconocida casa modernista a 20 minutos de Barcelona: la vivienda de un burgués catalán reconvertida en centro cultural
Se ofrecen visitas guiadas, rutas teatralizadas, talleres, conferencias, conciertos íntimos y exposiciones temporales
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Si Gaudí creó una de sus primeras obras en Mataró. Puig i Cadafalch creó otro tremendo edificio modernista en la misma ciudad.
Sin ser la competición de la manzana de la discordia, esta ciudad vio como estos arquitectos convirtieron a la capital del Maresme en un polo del modernismo. No hay que olvidar el enorme peso de Mataró en la economía catalana: fue el destino del primer tren de España, que la unía con Barcelona; y también de la primera autopista, con el mismo trazado.
Si uno presta atención en su deambular, puede dar con una casa señorial con rasgos arquitectónicos muy marcados. Se trata de la Casa Coll i Regàs, una obra del arquitecto Josep Puig i Cadafalch, que refleja, una vez más el peso de la burguesía catalana industrial en la ciudad.
Como muchos empresarios de la época, Joaquim Coll i Regàs era un burgués que dedicó su vida al sector del textil. Y le fue bien.
Quién está detrás
Era finales del siglo XIX y el industrial decidió construirse una vivienda urbana que combinase prestigio, innovación y tradición. Para ello, contactó con uno de los grandes nombres del modernismo Puig i Cadafalch.
El creador de otras joyas como Casa Amatller o la Casa de les Punxes, erigió entonces este increíble inmueble que es toda una declaración de intenciones.

Techo de la Casa Coll i Regàs CASA COLL I REGÀS
Construida en 1898, la Casa Coll i Regàs es una residencia lujosa y un ejemplo claro del poder de ciertas familias. Desde la fachada, el edificio rinde homenaje al mundo textil: capiteles y ménsulas decorados con husos, ruecas y elementos vegetales que aluden al proceso de hilado. Incluso el propio apellido "Regàs" aparece integrado simbólicamente en los detalles florales, creando una narrativa visual de identidad familiar.
En cuanto a materiales, Puig i Cadafalch jugó con el contraste entre piedra tallada, ladrillo visto, hierro forjado y cerámica vidriada, creando un conjunto lleno de movimiento, luz y textura. Las barandillas de hierro están trabajadas como encajes, las cerámicas lucen un cromatismo delicado y la carpintería interior presenta una minuciosidad artesanal inigualable.
Modernismo en cada rincón
Dentro, la casa conserva techos altos con molduras originales, lámparas de época, estucados, pavimentos hidráulicos y una impresionante galería de vitrales que transforma la luz en arte. Destaca especialmente el salón principal, presidido por una chimenea monumental y un mobiliario de madera noble realizado por los mejores ebanistas del momento.
Las vidrieras, diseñadas por Antoni Rigalt, colaborador habitual de Puig i Cadafalch, están entre las más finas del modernismo catalán doméstico. Combinan motivos florales, geométricos y alegóricos, con referencias a la industria, el progreso y el saber.
De edificio burgués a casa cultural
Cada detalle está pensado para que cuente una historia: desde las columnas con capiteles historiados hasta las puertas con vidrios grabados al ácido. Incluso las escaleras y los pasamanos exhiben una armonía que convierte cada tránsito entre estancias en una experiencia estética.
Lejos de ser solo una pieza de museo, la Casa Coll i Regàs es hoy un centro cultural activo, gestionado por la Fundació Iluro. Se ofrecen visitas guiadas, rutas teatralizadas, talleres, conferencias, conciertos íntimos y exposiciones temporales. Todo ello en un ambiente que mantiene la atmósfera original de la casa, con mobiliario de época y restauraciones respetuosas.

Fachada de la Casa Coll i Regàs CASA COLL I REGÀS
Un éxito en redes
Además, forma parte de la Ruta Modernista de Mataró, que incluye otros edificios singulares como la Casa Parera, el Mercado del Rengle o el antiguo matadero, hecho por Gaudí. La ciudad natal de Puig i Cadafalch ha empezado a reivindicar su legado modernista con fuerza, pero aún lo hace desde un bajo perfil que lo convierte en un destino ideal para los amantes de lo auténtico.
Uno de los espacios favoritos para fotógrafos y visitantes es la galería posterior, una joya semicircular acristalada que se asoma a un pequeño patio interior. Las formas curvas, el vidrio tintado y los suelos hidráulicos forman una paleta visual irresistible para Instagram, TikTok o cualquier amante de la estética modernista.
Una ciudad entre la tradición textil y el arte
Mataró no solo fue un centro textil, sino también un laboratorio cultural. Aquí se cruzaron la revolución industrial con el regionalismo artístico, dando lugar a obras únicas como esta. La Casa Coll i Regàs representa esa fusión perfecta entre utilidad y belleza, entre industria y arte, entre tradición e innovación.
Hoy, entrar en ella es hacer un viaje a una época donde el diseño era sinónimo de identidad y donde cada línea arquitectónica tenía algo que contar. Y todo eso, a menos de una hora de Barcelona.
Cómo llegar
Desde Barcelona, se accede cómodamente por la autopista C-32 dirección Mataró. El trayecto en coche dura unos 35 minutos. También es posible llegar en tren con la R1 de Rodalies, con salida desde Plaza Catalunya o El Clot, con parada en Mataró. La estación está a solo 10 minutos caminando de la casa.
Desde el centro de Mataró, la Casa Coll i Regàs se encuentra en el número 55 de Argentona, una calle tranquila a pocos pasos del eje comercial y de otros puntos culturales. Hay parkings públicos y buena señalización turística.