
El restaurante de carretera que enamora a la guía Repsol con sus ostras: "Un imperdible" GUÍA REPSOL
El restaurante de carretera que enamora a la guía Repsol con sus ostras: "Un imperdible"
Un rincón de apariencia humilde y donde "se come muy bien" según los expertos en gastronomía
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Hay lugares que no se buscan, se encuentran. Sucede cuando uno recorre la costa catalana con el mar a un lado y el paisaje montañoso del otro. De allí que a lo largo del litoral catalán esté ese increíble sendero llamado Camí de Ronda.
Lo mejor de todo es que uno puede seguir en coche por la línea de la costa y descubrir otros lugares increíbles, pueblos y también lugares para comer. Un lugar muy conocido en el Maresme es un restaurante de carretera, que se encuentra entre Barcelona y Girona y que ha llegado a enamorar hasta a la guía Repsol. Su nombre: La Morera.
Por mucho que cueste de creer, este local situado a pie de la Nacional II ha conquistado el paladar y el corazón de los vecinos, visitantes y de los paladares más exquisitos de las guías gastronómicas. Y es que, a pesar de ser un restaurante de carretera, entre sus platos estrella destacan unas exquisitas otras que enamoran.
La Morera es una de esas sorpresas que reconcilian al viajero con la carretera y que desmonta todos los tópicos acerca de lo que es un local como este. Más allá de los comentarios de la guía Repsol que asegura que es “un imperdible”, otras guías gastronómicas como Macarfi destacan su buen comer.
Dónde está
El problema puede ser su aspecto. Su fachada sencilla esconde una terraza amplia y soleada con vistas al mar, donde se respira ese aire mediterráneo que abre el apetito. Dentro, un comedor sin pretensiones, mesas familiares y una cocina rinde culto a la tradición sin renunciar al producto de calidad ni al atrevimiento de lo sofisticado.
Tal vez por eso, la guía Macarfi detalla que es un “local pequeño, con apenas unas pocas mesas en el interior y otras en la terraza, que no tiene mucho encanto y está al lado de la Nacional II”. “Eso sí, se come muy bien”, prosigue.
Qué dicen los expertos
De hecho, esta misma guía destaca que “este bar siempre lleno de clientela local es sinónimo de producto y más producto”. Un hecho que se puede ver en su “carta amplia en la que destaca el producto de proximidad: pescados y mariscos de la zona y verduras de la huerta del Maresme”.
Sin ir más lejos, las ostras de Normandía, frescas y servidas con mimo, conviven con unas vieiras con foie que sorprenden por su elegancia y equilibrio. Pero hay mucho más. La guía Repsol, por ejemplo, recomienda el “jamón ibérico de bellota, callos y algún pescado fresco y producto de temporada”.

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Las albóndigas caseras, también destacada por esta publicación de referencia, son una declaración de intenciones: tiernas, jugosas, con una salsa que pide pan y pausa. Todo ello, les han hecho ganar un importante Solete, un reconocimiento no menor para un restaurante de carretera.
Para los que quieren más, señalar que las lentejas guisadas por Antonia Roldán, la madre de los propietarios, se ha convertido los platos de cuchara en el secreto mejor guardado del lugar. Porque aquí los guisos no son un plato del pasado, sino el corazón del presente.
Tapas variadas
Los canelones de espinacas y pularda, que podrían estar en la carta de cualquier restaurante de alta cocina, encuentran aquí un hogar cálido y sin pretensiones. Y los pescados del día —rape, gallo de Sant Pere— llegan directamente del puerto de Arenys, garantizando frescura y sabor.
Las tapas, por su parte, mantienen el espíritu informal del lugar. Morralla frita, croquetas, boquerones, mejillones al vapor... Cada bocado es una muestra del respeto por el producto y del gusto por compartir.
Un menú a 10 euros
El menú del día, a 10 euros, es una oda a la cocina casera bien hecha: callos, potajes, platos de cuchara que reconfortan al viajero antes de llegar a destino, Aunque con tanta buena comida, La Morera puede ser el punto al que ir y quedarse antes de volver a casa.
Ayuda mucho a eso la comida, pero sobre todo, el ambiente y el trato. Detrás de este pequeño gran restaurante están los hermanos Juan Antonio y Sergio Quintana, quienes han sabido dar continuidad al legado culinario de su madre sin perder el norte.
Un restaurante con Solete
Sergio se mueve entre las mesas como un anfitrión nato, mientras Juan Antonio cuida la bodega con una dedicación que se nota en cada copa. Porque otra cosa que distingue también a La Morera es su selección de vinos: desde referencias locales como Alta Alella hasta etiquetas míticas como Vega Sicilia o Pingus. Un detalle inesperado que eleva aún más la experiencia.
Aquí se dan la mano la cocina tradicional y el producto de proximidad, la sencillez del local y la exquisitez de sus platos, la calidez del trato y la sorpresa constante. Por eso no extraña que la Guía Repsol lo haya otorgado. un Solete y que la guía Macarfi destaque es “un must de Mataró”.
Cómo llegar
Para quienes acercarse allí, pueden hacerlo en tren, con la línea R1 de Rodalies, que llega en 45-50 minutos desde Barcelona. Aunque deberán caminar otros 15 minutos.
Otra opción es ir en coche. Lo más fácil es tomar la C-32 en dirección Mataró y salir en la salida Mataró Oest. Desde allí, basta con seguir las indicaciones hacia la Avenida del Maresme y avanzar hasta el número 507. Se tarda una media hora en llegar.