
Habla el Extranjero
Pensábamos en traducir para ustedes el durísimo editorial que el lunes publicó Haaretz, el prestigioso diario israelí, contra su gobierno: “No hay manera de explicar, ni desde luego justificar, lo que Israel está haciendo en la franja de Gaza. Es una campaña de venganza que se ha salido por completo de control…”
Pero es un asunto tan amargo que preferimos hoy comentar dos temas leves, casi insignificantes, casi divertidos: la bofetada de Europa a los intentos del Gobierno por oficializar las lenguas regionales españolas y la bofetada de Brigitte Macron a su marido, el presidente francés.
Empecemos por las frivolidades lingüísticas. Suponemos al lector bien informado –ayer, en este medio, publicaron artículos Pablo Planas, Gerard Mateo y Joaquim Coll— sobre el fiasco del ministro español de Asuntos Exteriores al tratar de convencer a la CE de la conveniencia de incorporar a las instituciones europeas tres lenguas oficiales más, el catalán, el gallego y el euskera.
Como es muy español el sostenella y no enmendalla, o sea, la contumacia en el error, el ministro volverá a intentarlo. Los medios de comunicación españoles más cercanos al Gobierno apuntan a que sólo falta limar algunas reticencias en unos pocos países. Otros medios apuntan a la firme oposición de Francia y Alemania. Como resumen de la cuestión veamos lo que dice el que quizá sea el diario europeo más importante, el Frankfurter Allgemeine Zeitung. El título (No más idiomas) y la última frase del breve artículo firmado por Thomas Gutschker (corresponsal en Bruselas) y Hans-Christian Roessler (corresponsal en Madrid) dejan el asunto visto para sentencia:
“El Gobierno español ha fracasado una vez más en su intento de declarar el euskera, el gallego y el catalán lenguas oficiales de la Unión Europea. Siete Estados –Alemania, Francia, Italia, Suecia, Finlandia, Croacia y la República Checa– plantearon serias preocupaciones, especialmente de naturaleza constitucional, durante un debate en el Consejo de Ministros Europeos. Como la decisión solo podía tomarse por consenso, la presidencia polaca propuso un aplazamiento, que los países aceptaron. Fue exactamente lo mismo en el primer intento en 2023.
‘Seguiremos trabajando por este reconocimiento’, afirmó una portavoz del Gobierno español. Se trata de ‘la identidad multilingüe de nuestro país’. ‘Un pequeño número de países nos han pedido más tiempo y más información’, añadió.
El Gobierno en minoría de izquierdas de Pedro Sánchez cuenta con los votos de los siete diputados del partido Junts del líder separatista catalán Carles Puigdemont en votaciones importantes. Junts impidió la aprobación de los últimos presupuestos y la reducción de la jornada semanal. Sánchez también necesita los votos de los nacionalistas vascos y gallegos. La iniciativa lingüística fue un contraacuerdo político.
Sin embargo, el servicio jurídico del Consejo expresó dudas sobre la legalidad del procedimiento y sobre la necesidad de modificar el tratado. Según información de FAZ, el Gobierno alemán había dejado claro internamente que votaría en contra de la medida si Madrid forzaba la votación. Varios Estados también temían que otras minorías pudieran exigir su reconocimiento como lengua oficial. Todos los textos jurídicos de la UE ya están traducidos a 24 idiomas”.
Dejar esta última frase como colofón del artículo tiene una intención evidente y significa: ya hay demasiadas lenguas, el lío y el gasto ya es descomunal, no enredemos más.
Zanjada esta bofetada, vamos a por la que le asestó Brigitte Macron a su esposo.
Una breve escena que ha causado gran revuelo: en un vídeo que rápidamente se volvió viral, se puede ver al presidente francés Emmanuel Macron siendo empujado en la cara por su esposa Brigitte mientras están a punto de bajar de un avión que acaba de aterrizar en Vietnam para una visita oficial. Mientras algunos comentaristas se preguntan si fue una bofetada en la cara, Macron ha dicho que él y su esposa solo estaban bromeando.
El Huffington Post Grecia tiene opiniones encontradas, no sabe a qué carta quedarse, se hace mil preguntas:
“¿Y ahora qué? ¿Cómo puede Macron enfrentarse a los poderosos? ¿Qué puede decirles a los líderes y dictadores? ... ¿Cómo puedes mostrar autoridad cuando has sido abofeteado públicamente, y por tu propia esposa además?... ¿O fue simplemente algo muy humano, una grieta, un momento privado que se hizo público? ¿Un momento de debilidad? ¿Un amor al estilo francés que se niega a morir en silencio? Sea lo que sea, había algo real en ello y, en un mundo cínico y problemático, parecía mostrar que los sentimientos todavía existen, y al menos eso es algo.”
El rotativo suizo Le Temps explica por qué las imágenes de Vietnam han causado tanto revuelo:
“El hecho es que Brigitte Macron se ha convertido en un objetivo favorito en los círculos de teorías conspirativas francesas, y quizás mucho más allá. La gran diferencia de edad entre ella y el presidente, el hecho de que fue su maestra, y una gran dosis de sexismo han dado lugar a historias bastante inverosímiles. Se dice que ella es quien manda, con el infame ‘ella es la que lleva los pantalones’ siendo la versión más suave de estas teorías, que a menudo incluyen rumores sobre su sexualidad. Tales fantasías han llevado a Emmanuel Macron a responder en los medios en varias ocasiones.”
L'Humanité, el veterano periódico francés fundado por Jean Jaurés para difundir las ideas socialistas y ahora órgano oficioso del partido comunista del país vecino pone algo de sensatez en el asunto. Viene a decir que si se trató de una bofetada hostil o de una broma matrimonial, es cosa que sólo incumbe a la pareja Macron:
“Este asunto, que es privado y como tal no es de nuestra incumbencia, lamentablemente se ha vuelto tan público que el Palacio del Elíseo, que inicialmente lo negó, ahora ha hablado de una discusión privada entre los dos. Pero, ¿cómo deberíamos interpretar este interés un tanto morboso? ¿No existe quizás la idea perversa de que si él se dejó abofetear, es porque se lo merecía, y que podría no ser sólo un incidente insignificante en su relación? Si fuera de otra manera, ¿habría Brigitte Macron hecho este gesto asombroso justo en el momento en que la puerta del avión estaba a punto de abrirse para una visita de Estado? Pero no haremos esas preguntas. Porque no es asunto nuestro.”
“No es asunto nuestro” es lo que debían pensar los parlamentarios europeos sobre la necesidad de nuestro Gobierno de echarle pienso a Junts.