Varias personas observan las pinturas murales del Monasterio de Sijena expuestas en el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC)

Varias personas observan las pinturas murales del Monasterio de Sijena expuestas en el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC) Kike Rincón Europa Press

Política

Un informe de parte del Govern llama a retener el arte de Sijena en Cataluña

Pese a la voluntad manifiesta de cumplir las sentencias judiciales, los expertos defienden que el traslado de las pinturas murales es un riesgo para la conservación de las obras

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El litigio por el arte sacro del monasterio de Sijena ha vuelto a la agenda informativa tras la decisión del Tribunal Supremo de ordenar a la Generalitat de Cataluña la devolución de las obras al municipio oscense. El fallo, que llega tras años de recorrido judicial, afecta a piezas que actualmente se encuentran expuestas en el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC).

El pronunciamiento del alto tribunal ha activado a las partes implicadas. Mientras unas reclaman el cumplimiento inmediato de la sentencia, otras piden cautela y apelan a la opinión de expertos para evitar posibles daños en las obras. El conflicto, por tanto, no se da por cerrado. De hecho, un informe del Govern defiende que determinados objetos, en especial las pinturas murales, deben permanecer en Cataluña.

Patrimonio cultural catalán

Se trata de un dictamen técnico fechado en 2016, hasta ahora inédito, de 50 páginas, que la consellera de Cultura, Sònia Hernández, planea utilizar como base para sostener la permanencia de las pinturas en el MNAC. Según ha podido saber Crónica Global, el documento alega que un traslado pondría en riesgo su conservación. El análisis distingue entre estas piezas y otras más fácilmente transportables, como esculturas y objetos litúrgicos.

Pinturas de Sijena

Pinturas de Sijena EFE

El informe también recuerda que los bienes de Sijena depositados en el MNAC están catalogados como patrimonio cultural catalán, lo que implica que su conservación está sujeta tanto a la normativa del museo como a la legislación autonómica. Además, el texto advierte de que, incluso con voluntad de cumplimiento, algunas sentencias pueden entrar en conflicto con derechos fundamentales y limitaciones legales.

Govern: en manos de los especialistas

El dictamen técnico insiste en que cualquier traslado debe ajustarse a los procedimientos administrativos previstos en la normativa de patrimonio cultural y museos. Esto es especialmente relevante en este caso, en el que las piezas llevan décadas bajo la custodia de la Generalitat.

Desde Japón, donde realiza un viaje oficial, el president de la Generalitat, Salvador Illa, ha afirmado que el Govern acatará la resolución judicial, pero ha subrayado que también tiene la responsabilidad de proteger este patrimonio. Por ello, pide la opinión de los expertos antes de tomar la decisión final.

Exterior del Real Monasterio de Santa María de Sijena

Exterior del Real Monasterio de Santa María de Sijena Javier Broto Europa Press Sijena

MNAC: "Riesgo elevadísimo"

El MNAC, por su parte, considera inviable el traslado. Fuentes del museo aseguran que los estudios realizados concluyen que las pinturas murales de Sijena, tal y como están expuestas en Montjuïc, no soportarían las vibraciones de un transporte. “El riesgo es elevadísimo”, ha advertido Carme Ramells, responsable del Área de Restauración y Conservación Preventiva.

Ramells también ha matizado que no se trata de simples pinturas murales, sino de un conjunto reconstruido tras sufrir graves daños por un incendio. Según ha explicado, entre un 35% y un 38% son reintegraciones realizadas mediante la técnica del strappo, aplicada durante las tareas de rescate.

El incendio de 1936

El origen del conflicto se remonta a agosto de 1936, cuando un incendio devastó el monasterio de Sijena, declarado Monumento Nacional en 1923. La Generalitat envió al experto Josep Maria Gudiol para evaluar los daños y, con ayuda de los vecinos, se procedió al traslado de algunas piezas a Cataluña para su conservación. La legalización de estas adquisiciones llegaría décadas después, entre 1983 y 1994, mediante compras del Govern.

Sin embargo, en 1997, el Gobierno de Aragón activó el derecho de retracto sobre estas operaciones, calificándolas de nulas. La ofensiva judicial culminó con una sentencia del Juzgado de Primera Instancia de Huesca en 2015, que anulaba los contratos y ordenaba la devolución de los bienes. La Generalitat presentó varios recursos y alegó conflictos de competencias, apelando incluso al Tribunal Constitucional.

Travesía judicial

Aunque en 2012 el Tribunal Constitucional reconoció la competencia catalana sobre los bienes ubicados en su territorio, la sentencia de Huesca prevaleció en lo relativo a la propiedad. El tribunal determinó que las piezas pertenecen a la Orden Sanjuanista y debían regresar a Sijena.

En 2016, y tras varios intentos de paralización por parte de la Generalitat, el Juzgado de Huesca fijó la fecha del 25 de julio para la ejecución de la sentencia. El  Constitucional desestimó los últimos recursos del Govern, afirmando que no había contradicción con su fallo anterior.

Reunión pendiente

Ante este nuevo escenario, el Patronato del MNAC —formado por representantes del Gobierno central, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona— prevé reunirse la próxima semana.

La convocatoria, impulsada por el director del museo, Pepe Serra, tiene como objetivo abordar el cumplimiento del fallo del Supremo y analizar sus implicaciones.