El monasterio catalán escondido en las montañas de Cataluña: un patrimonio histórico que oculta un restaurante

El monasterio catalán escondido en las montañas de Cataluña: un patrimonio histórico que oculta un restaurante WIKIPEDIA

Historia

He pasado muchas veces por este monasterio catalán y no sabía que era un patrimonio histórico que oculta un restaurante

Su conjunto monumental fue fundado en el siglo XII como resultado de la fusión de dos comunidades religiosas.

Otras noticias: Este es uno de los restaurantes más míticos de Cataluña y es único en España: se mantiene abierto al público desde el siglo XVI

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En medio de una de las provincias menos exploradas de Cataluña, se erige imponente una fortaleza medieval de 850 años de historia. Un Patrimonio Histórico de España que, en pleno siglo XXI aloja, además, un restaurante.

Se encuentra dentro de los límites de Os de Balaguer, en la comarca de la Noguera. Se trata de antiguo cenobio agustiniano que parece suspendido entre el tiempo medieval y la naturaleza, oculto entre montañas y rodeado de viñedos, encinas y silencio. Es el monasterio de Santa María de Bellpuig de les Avellanes.

Bellpuig fue durante siglos un importante centro espiritual y cultural de la Cataluña interior. Su conjunto monumental fue fundado en el siglo XII como resultado de la fusión de dos comunidades religiosas. 

Aunque su historia es rica y compleja, con etapas de esplendor y decadencia, pasando incluso por la exclaustración y la conversión en convento, es su arquitectura la que lo convierte en un monumento singular, en perfecta armonía con el paisaje del Montsec. No en vano es un bien cultural desde 1931.

Cómo es la iglesia

La iglesia del monasterio es una de las piezas más relevantes del conjunto. Su construcción en estilo gótico se inició en el siglo XIV con la ambición de convertirse en una gran basílica. El proyecto, sin embargo, fue modificado con el tiempo y la nave central se vio acortada, dando lugar a un edificio de proporciones más contenidas pero no menos majestuosas. 

La planta de cruz latina, la presencia de un ábside central pentagonal y dos ábsides menores laterales, así como su cubierta con bóveda ojival, remiten a la austeridad estructural y a la expresividad formal propias del gótico rural catalán.

Santa Maria de Bellpuig de les Avellanes

Santa Maria de Bellpuig de les Avellanes WIKIPEDIA

Claustro románico

Una de las peculiaridades más notables de la iglesia es su portalada, situada en el brazo norte del crucero. Ejecutada también en estilo gótico, presenta una composición elegante de columnillas coronadas por capiteles ornamentados. En ellos se reconocen escudos nobiliarios, entre ellos el de los condes de Urgell, protectores históricos del monasterio, el del cenobio y posiblemente el del abad responsable de la ampliación.

Junto a la iglesia, el claustro románico del siglo XII conserva su traza original y es una de las muestras más delicadas de la arquitectura monacal catalana. De planta rectangular, sus galerías se organizan mediante pilares y arcos de medio punto, sostenidos por pares de columnas geminadas. 

Un monasterio rehabilitado

Los capiteles decorados, especialmente en las galerías sur y oeste, muestran motivos vegetales, animales fantásticos y figuras humanas, esculpidos con un relieve poco profundo pero de gran expresividad. Destaca también la moldura de puntas de diamante que recorre los arcos, un detalle ornamental que aporta carácter sin romper la sobriedad del conjunto.

El monasterio, rehabilitado por la comunidad de Hermanos Maristas a partir de 1910, ha sabido reinventarse sin perder su esencia. Actualmente, funciona como casa de espiritualidad, alojamiento rural, centro de reuniones y restaurante. Y es precisamente este último uso el que ha sorprendido a quienes lo visitan por primera vez: bajo las bóvedas centenarias se sirve comida casera de gran calidad por menos de 17,50 euros.

Un restaurante con aires religiosos

El restaurante del monasterio, instalado en un salón amplio y acogedor, mantiene una atmósfera serena, en la que la historia dialoga con lo cotidiano. El menú, sencillo, pero cuidadosamente elaborado, se sirve de lunes a viernes al mediodía y permite elegir entre cuatro primeros, cuatro segundos y cuatro postres, todo acompañado de pan, agua y una copa de vino del propio monasterio. 

Los jueves son especialmente esperados por los comensales habituales, ya que es el día en que se ofrece la popular paella del monasterio, una receta que se ha convertido en insignia de la casa. La cocina, basada en productos de temporada y recetas tradicionales, no aspira a reconocimientos gastronómicos, pero sí a ofrecer una experiencia honesta, sabrosa y vinculada al territorio.  

Cómo llegar

Llegar al monasterio desde Lleida en coche es muy sencillo. El trayecto dura una media hora, tomando la carretera C-12 en dirección Balaguer. A la altura de esta localidad, hay que desviarse hacia Os de Balaguer y continuar por la carretera LV-9047. A pocos kilómetros, en un desvío perfectamente señalizado, se encuentra el acceso al monasterio. 

Desde Barcelona, el viaje en coche ya requiere unas dos horas. La ruta más rápida es a través de la A-2 en dirección a Lleida. Una vez pasada la ciudad de Tàrrega, se toma la salida hacia Balaguer por la C-53, y desde allí se enlaza con la LV-9047 hacia Os de Balaguer.