
Este es el buffet buffet más barato del Maresme, el restaurante Yami CANVA
Es oficial: el buffet más barato del Maresme tiene toda la comida oriental a menos de 10 euros
El restaurante se ha hecho famoso por su especialidad en sushi y por un robot camarero
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No está en medio de la carretera, pero sí en pleno corazón de Mataró, la capital del Maresme. Su oferta gastronómica y su precio más que asequible han hecho que lo bauticen como "el buffet más barato" de la comarca.
Se llama Yami y en estos tiempos que corren en los que los menús de mediodía rozan los 15 euros por dos platos y postre, este restaurante se ha convertido en una opción ideal para los que son de buen comer y quieren más donde elegir.
Bajo este nombre de tan solo cuatro letras se esconde un buffet libre japonés que ofrece una experiencia culinaria generosa y asequible. Un secreto a voces para los amantes del sushi, los fideos udon o las gyozas, que se aleja de los tradicionales buffet orientales.
Aquí, los platos no se enfrían en bandejas de acero inoxidable. El modelo es buffet libre a la carta: el comensal recibe un menú impreso o lo visualiza vía QR, marca lo que desea probar y los platos llegan directamente de cocina, recién preparados. Sin colas, sin bandejas, sin prisas. Uno puede comer todo lo que quiera y acabado de hacer. Y lo más sorprendente: por un precio de escándalo.
Cuánto cuesta
Si bien varía en función del día y la hora, uno puede comer por menos de 10 euros. Si en los bares existe un menú ejecutivo, Yami sirve un menú exprés con bebida y postre incluidos por 9,95 €, una opción pensada para trabajadores que solo disponen de una pausa breve.
Tampoco es mucho más caro el precio standard. Por tan solo 10,95 € al mediodía entre semana, y 15,95 € en cenas o fines de semana se puede comer. Y beber, la bebida siempre va incluida en el precio.
Especialidad en sushi
¿Qué se ofrece por estos precios? El producto estrella del Yami es su variedad de sushi fresco. No es raro ver mesas enteras dedicadas a pedir ronda tras ronda de makis, nigiris y rolls especiales.
Entre los más demandados están los makis de salmón, aguacate o tempurizados, y el siempre instagrameable Rainbow roll, con capas de pescado de colores brillantes que decoran la parte superior.
Platos calientes
También es posible encontrar nigiris de atún, langostino o anguila, y combinaciones con queso crema o pepino que aportan variedad a la carta. Algunos platos están limitados en cantidad, como el sashimi, por cuestiones de coste, pero para quien busca saciar el antojo de sushi sin dejarse media nómina, este es el lugar.
Clari que no todo se acaba en los platos fríos. La experiencia en Yami se convierte en otra cosa si se pide algo de la sección de platos calientes. Aquí la cocina japonesa se mezcla con toques asiáticos más amplios y una ejecución sorprendentemente eficaz.
Recetas especiales
Las gyozas a la plancha merecen una mención especial: crujientes por fuera, jugosas por dentro, con un sabor profundo que hace difícil no repetir. Para muchos, son el plato estrella del buffet.
Los fideos udon con gambas son otra de las sorpresas del menú. Llegan bien calientes, con una salsa ligeramente dulce y con los mariscos aún jugosos. También hay opciones como yakisoba, arroz frito con huevo, pollo teriyaki, tempura de verduras y langostinos o rollitos vietnamitas.
Los platos en salsa, como el cerdo agridulce o el pollo al curry, amplían aún más la oferta y muestran el enfoque híbrido del local: japonés en esencia, pero abierto a otros sabores del sudeste asiático.
La carta es extensa, y al estar pensada en formato de pequeños platos, permite probar un poco de todo. Los entrantes son ligeros y efectivos: ensaladas con wakame, edamame al punto de sal, sopa miso reconfortante, y hasta ensalada de marisco estilo japonés, perfecta para comenzar sin pesadez.
Cómo es el local
El final de la comida también tiene su protagonismo. Aunque no estamos ante una pastelería fina, los postres cumplen: mochi, helados, fruta fresca o tartas industriales que completan el ciclo del buffet sin alardes, pero con satisfacción.
Todo en un espacio funcional, limpio y algo ecléctico. Tampoco busca emular el minimalismo zen, sino ofrecer comodidad. Las mesas están bien separadas, el servicio es rápido y sorprendentemente amable para el volumen de comensales que manejan.
Un camarero especial
La estrella por eso es otra. Si la comida es decente y el precio más que competitivo, hay un trabajador que se lleva todo el protagonismo en las visitas.
Tal y como reportan algunos comensales el Yami cuenta con un robot camarero que lleva algunos platos a las mesas. Una manera de sentirse en Japón sin salir de Cataluña.
Cómo llegar
Quién quiera acercarse a ver el robot o a comer, lo tiene fácil. Especialmente, desde Barcelona. En coche, basta con tomar la C-32 hasta la salido Mataró. El viaje dura poco más de media hora.
Para quienes prefieran el transporte público, la opción más cómoda es el tren. La línea R1 de Rodalies llega desde el centro de Barcelona en unos 45 minutos. El restaurante está a otros diez minutos andando desde la estación.