
La palabra catalana más rica: no se usa en el resto de España y tiene un curioso origen romano
Confirmado: la palabra catalana más rica no se usa en el resto de España y tiene un curioso origen romano
La leyenda cuenta que tiene relación con un mítico emperador del antiguo Imperio
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Puede parecer una obviedad decir que una palabra en catalán tiene origen romano. Es obvio que el catalán, como la mayoría de lenguas indoeuropeas, tiene raíces profundas en el latín.
Muchas de sus palabras, giros y expresiones tienen una procedencia directa de la lengua del Imperio romano. Sin embargo, pocas palabras catalanas cuentan con una leyenda tan sugerente y curiosa como la de "tiberi".
Esta palabra voz cargada de sabor, opulencia y tradición tiene una leyenda muy particular: está vinculado a un escándalo imperial. Bueno, a varios. Pero mejor ir por orden.
Para los que no lo sepan, tiberi es una forma popular de referirse a una comida abundante o festín descomunal. Cuando uno cuelga fotos en redes sociales de un copioso ágape, no es extraño que algún catalán comente “Déu n’hi do, quin bon tiberi”, es decir, “vaya, menuda buena comilona”. Es decir, la palabra no puede traducirse de la misma manera.
El origen de la palabra: un emperador
Más allá de este detalle, lo importante del concepto es su historia, su procedencia. Según una teoría bastante extendida, la palabra tiene relación con el emperador romano Tiberio, el segundo de la dinastía Julio-Claudia, conocido tanto por su poder como por sus excesos.
Tiberio (Tiberius Caesar Augustus) fue emperador entre los años 14 y 37 d. C., sucesor de Augusto y uno de los personajes más controvertidos de la historia romana. Aunque su gobierno fue relativamente estable y eficaz, la historia ha sido menos benévola con su figura.
Puro exceso
Escritores como Suetonio o Tácito lo retrataron como un hombre hermético, sombrío y entregado a los placeres más oscuros, especialmente durante sus últimos años, que pasó en reclusión voluntaria en la isla de Capri.
Allí, según los relatos, organizaba orgías, banquetes interminables y espectáculos privados en los que el vino, la comida y el desenfreno sexual eran los protagonistas. Estas escenas ayudaron a construir el mito de un emperador entregado al vicio, cuyo nombre ha quedado en el imaginario como sinónimo de exceso y gula.
Cuándo se usa esta expresión
Es en este contexto donde surge la interpretación popular de que la palabra catalana tiberi proviene de esos festines protagonizados por Tiberio. Así, cuando alguien "fa un bon tiberi", estaría, sin saberlo, rindiendo homenaje —o imitando— a los excesos de aquel emperador romano.
Esta es la leyenda, pero aunque la historia es irresistible, los filólogos no apoyan esta teoría. Las fuentes etimológicas más fiables, como el Diccionari Etimològic i Complementari de la Llengua Catalana de Joan Coromines, apuntan en otra dirección mucho más prosaica, aunque también relacionada con la antigua Roma.
De dónde viene "tiberi"
Según estos estudios, tiberi deriva del latín vulgar teberium o taberium, que podría estar emparentado con "taberna", un espacio donde se servía comida y bebida. En la antigua Roma, las tabernae no eran solo tiendas o talleres, sino también lugares de encuentro gastronómico y social. De ahí habría evolucionado la idea de un "tiberi" como una comida popular, abundante y compartida, alejada de las formalidades.
Con el tiempo, en catalán se consolidó el uso de tiberi para referirse de forma coloquial y festiva a un ágape generoso, muchas veces informal, vinculado a celebraciones, encuentros familiares o fiestas populares. Su uso es especialmente común en zonas rurales, en expresiones como “fer un tiberi”, “quin tiberi hem fet” o “portar menjar per fer un bon tiberi”.
Una palabra catalana sin equivalente exacto en castellano
En castellano no hay un concepto parecido y con tanto empaque. Palabras como banquete, festín o comilona podrían acercarse, pero ninguna transmite exactamente el mismo matiz. Y lo más curioso es que si existe el concepto "tiberio".
La expresión “armar un tiberio”, de hecho, sí hace referencia al emperador romano. Pero según el Diccionario de la Real Academia Española, armar un tiberio significa provocar un alboroto, un escándalo o un gran alarde de desorden.
Exceso sin comida
Este “tiberio” del castellano no guarda relación con la comida, sino más bien con el carácter escandaloso y desbordado que se le atribuía a Tiberio en las crónicas antiguas. Es decir, mientras el catalán usa tiberi para hablar de festines gastronómicos, el castellano reserva tiberio para los festines de ruido, confusión o jaleo.
La frase se usa para describir situaciones ruidosas o caóticas, aunque su uso es muy reducido y poco común en la actualidad, limitado sobre todo a contextos coloquiales o expresivos.