No es Horta: este es el laberinto más grande de Cataluña, tiene tres hectáreas y un hotel para quedarse a dormir

Los escape rooms no es algo nuevo. Los griegos ya crearon los suyos propios, los laberintos. Y, como cualquier espacio del que escapar, también cuenta con una narración que le da empaque al lugar.

Cuentan los griegos que el rey Minos ordenó construir un espacio donde encerrar a su nieto. Su hija, Pasifae, había tenido relaciones con un toro, dando luz a un minotauro. Al ver al monstruo, el monarca encomendó a Dédalo que erigiera un espacio del que la bestia no pudiera escapar.

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¿Quién necesita escape rooms e historias ficticias cuando existen estos mitos? ¿Quién necesita encerrarse, especialmente cuando llega el calor, si puede probar de escapar en un laberinto al aire libre?

En Cataluña hay varios que se pueden visitar. Uno de los más conocidos es el laberinto de Horta, en Barcelona. Aunque en el interior del territorio se encuentra el laberinto más grande de Cataluña, de España y del sur de Europa.

El laberinto más grande

Con más de 3,5 hectáreas de extensión y un diseño que cambia cada temporada para ofrecer siempre una aventura distinta. A medio camino entre un juego de pistas y una excursión al aire libre, el laberinto  de Castellserà es sin duda un lar único.

Para empezar, por sus dimensiones, pero también por su composición. Cada año, al llegar la primavera, los responsables del laberinto siembran con precisión quirúrgica el maíz que, semanas después, se convertirá en un rompecabezas natural.

La siembra no es aleatoria: se utiliza tecnología GPS para diseñar previamente los senderos y giros que formarán los pasadizos del laberinto. El resultado es un circuito de unos dos kilómetros de largo, delimitado por plantas que superan fácilmente los dos metros de altura.

Una vez dentro, el visitante tiene que hacer como el minotauro de la historia, orientarse para salir. Eso sí, hay que tener en cuenta que uno no está solo. 

Cuánto se tarda en salir

El recorrido incluye pistas, enigmas y juegos pensados para activar la lógica y fomentar el trabajo en equipo, como un escape room. La experiencia al aire libre y en medio del maizal promete sumergirse en una aventura que puede durar desde 30 minutos hasta más de una hora.

Otro de los grandes atractivos del laberinto de Castellserà es que se reinventa cada verano. No solo cambia la forma del recorrido, también se incorpora una nueva temática narrativa que guía la experiencia. 

Laberinto del maíz

En ediciones anteriores, los visitantes han tenido que buscar personajes ocultos, descifrar códigos secretos o superar retos inspirados en cuentos, culturas del mundo o figuras legendarias.

Además, se organizan sesiones especiales como laberintos nocturnos con linterna, actividades familiares, visitas teatralizadas y eventos sorpresa a lo largo del verano. 

Quién puede ir

Si bien es una actividad para todos los públicos, esto no limita la propuesta a un público familiar o infantil, el laberinto atrae a un visitante  muy diverso. Hay quienes lo recorren como parte de una ruta en pareja por el interior de Cataluña; otros lo visitan en grupo, como actividad de fin de semana o incluso como team building entre compañeros de trabajo. 

Y sí, también hay un circuito alternativo para niños. Poner a los infantes en un recorrido de dos kilómetros puede ser demasiado, por eso existe un laberinto más pequeño y adaptado, para que toda la familia pueda disfrutar sin complicaciones.

Un laberinto dónde dormir

Otro de los atractivos de este laberinto es que, como en los mayores escape rooms, uno se puede quedar a dormir. Sus dimensiones y las propuestas del lugar, lo permiten.

El laberinto de Castellserà tiene en sus inmediaciones La Masia l’Esperança, una casa rural de grandes dimensiones pensada para alojar a grupos grandes y familias. Con capacidad para más de 20 personas, esta masía ofrece habitaciones amplias, cocina equipada, zonas comunes y piscina, todo ello rodeado de campos de cultivo y vistas despejadas.

Mucho más que un juego

Quien tema por el impacto en el entorno, puede estar tranquilo. Los organizadores del laberinto son agricultores de la zona que cultivan el maíz sin pesticidas y aprovechan el evento para dar a conocer la riqueza paisajística de la comarca.

Parte de los ingresos se destinan a proyectos locales y educativos, y durante las visitas se sensibiliza sobre la importancia del campo, el agua y el equilibrio entre el turismo y el medio rural.

Cuándo ir y cuánto cuesta

Sobre las fechas ideales para ir, lo recomendable es ir en primavera y verano. Además, al encontrarse en medio de un maizal que se seca, se recoge y se poda cada tanto, no está abierto todos los días del año. 

El precio es asequible y existen tarifas reducidas para niños, grupos y familias numerosas. Además, se puede combinar con otros atractivos del entorno, como Agramunt, Tàrrega o el pantano de Sant Llorenç de Montgai.

Cómo llegar

El laberinto está relativamente cerca de Lleida, a 35 minutos. Basta con tomarse la C-12 dirección Balaguer y enlazar con la C-53 dirección Tàrrega. En las inmediaciones del pueblo, ya a aparecer los carteles que llevan a este espectacular espacio.

Desde Barcelona, el viaje es más largo, lleva una hora y 45 minutos llegar. Se va por la A-2 en dirección Lleida hasta la salida 504, hacia Tàrrega y continuar por la C-53 en dirección Balaguer hasta Castellserà.