
Parece Turquía, pero es Cataluña: así es la Capadocia catalana CANVA
Parece Turquía, pero es Cataluña: así es la Capadocia catalana, un bello paraje natural ideal para la escalada a una hora de Tarragona
Esta ruta de montaña recompensa con unas vistas increíbles al Delta del Ebro
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La Capadocia es un rincón casi único en el mundo. Estas montañas de Turquía con formas extrañas que son refugio de obras de arte, casas incrustadas en piedras e incluso hoteles de lujo metidos en cueva son la envidia de muchos.
Aun así, quien no se conforma es porque no quiere. En Cataluña hay un rincón que algunos comparan con ese rincón de Turquía, un bello paisaje natural que se ha convertido en un rincón ideal para los amantes del senderismo y la escalada.
Se encuentra en el Massís del Port, al sur de Tarragona. Allí hay unas rocas que se alza como esbeltas figuras esbeltas que podrían confundirse con una de las típicas agujas turcas. De allí que algunos llamen a este rincón la Capadocia catalana.
En realidad, es algo menos exuberante y extenso, pero el Castell de l’Airosa es una de las formaciones rocosas más singulares y fotogénicas de los Ports de Tortosa-Beseit. Un paraje aislado, agreste y sorprendente que ofrece una combinación irresistible de senderismo técnico, naturaleza salvaje y escalada accesible.
Ruta ideal para escaladores
Desde la distancia, y especialmente si se observa desde el norte, esta pequeña colina rocosa se presenta como una aguja fina, casi imposible de escalar. Visto desde el este o el oeste, se transforma en una cresta compacta.
Esa dualidad visual es solo el principio de lo que esta ruta ofrece: cambios de perspectiva, contrastes de roca y bosque, momentos de contemplación y otros de pura acción. Los escaladores se retan a subir por sus rocas y los senderistas tratan de llegar a sus cuevas y bóvedas.
Cuevas y bóvedas
Una de las rutas que ayudan a subir hasta allí empiezan en el área recreativa de La Vall, un bonito claro forestal a unos cinco kilómetros del pueblo de Mas de Barberans. La zona cuenta con aparcamiento, fuente, mesas y bancos para prepararse y descansar al regreso.
Desde allí se desciende por la pista de acceso durante casi dos kilómetros hasta cruzar el barranco de la Galera por un pequeño puente. Justo después, el camino se interna por un barranco secundario que lleva al Racó o Cova d’en Marc, un paraje cerrado y mágico con paredes altas, una pequeña cascada, grandes balmas (cuevas poco profundas) y una característica aguja equipada con parabolts que ya invita a los escaladores más curiosos a calzarse los pies de gato.

Castillo de l'Arosa WIKIPEDIA
La parte complicada
A partir de ahí comienza la subida seria. El sendero se empina con decisión hasta alcanzar una zona de paisaje mixto: un caos de roca, pinos y sotobosque que esconde pequeños tesoros como un puente de roca natural que se puede visitar con un breve desvío.
Conforme se gana altura, el Castillo de l’Airosa se perfila con mayor claridad. A la derecha, muy por debajo, queda el caos de los Tacons, un conjunto de agujas redondeadas que añade aún más belleza al entorno.
El tramo complicado
El camino llega a una bifurcación donde un cartel nos indica la desviación hacia la base del Castell. Se flanquea por la parte baja de la roca, buscando su extremo sur, donde se encuentra otro puente natural: la Foradada de l’Airosa, más modesta que el anterior pero ubicada en un enclave espectacular.
Desde este punto parte el tramo más técnico de la ruta: una pequeña escalada de 15 metros, catalogada como III/III+. Aunque fácil, la canal donde se realiza es vertical y estrecha, con algo de vegetación que incomoda la progresión. No está equipada, pero admite aseguramiento sencillo.
La cima del castillo
En la cima, una instalación de rápel en una sabina permite montar la reunión o preparar el descenso. En apenas unos minutos se corona este tramo clave, que sin ser exigente, pone a prueba a quienes no están acostumbrados al terreno mixto.
Superada la canal, queda un tramo aéreo que lleva a una brecha. Se baja con cuidado y se realiza un último salto expuesto de grado II hasta la cima del Castillo de l’Airosa, a 1.034 metros de altitud.

Castell de l'Arosa AYUNTAMIENTO DE MAS DE BARBERANS
Vistas espectaculares
Las vistas desde allí son espectaculares. En días claros se obtiene una increíble vista panorámica que deja ver el Delta de l’Ebre, la sierra de Montsià, las Moles de Roudora al norte y la cercana cima del Caro, el más alto del macizo.
El descenso se realiza en rápel y se retoma la marcha en dirección a la Roca Xapada, menos vistosa pero de fácil acceso. Un tramo fuera de sendero acorta el trayecto hasta el camino principal.
El descenso
Esta parte también tiene sus rincones curiosos. A medida que se gana altura, se abren vistas hacia el interior del Port, destacando formaciones como la águila de la Joca o los profundos barrancos de Lloret y Orió.
Pasada la Roca Xapada, el sendero baja con fuerza hacia el Coll de Lloret, donde se enlaza con una pista forestal. Aunque hay múltiples desvíos, se sigue un pequeño sendero señalizado con hitos que permite evitar las curvas de la pista y ganar tiempo y llegar al punto de origen.
Cómo llegar
Para los que estén preparados para esta ruta de escalada o su versión senderista, debe saber que llegar hasta allí es bastante más sencillo. La Capadocia catalana está a una hora, como mucho hora y cuarto de Tarragona.
Por la AP-7 se debe ir hacia Tortosa y tomar allí la carretera T-331 hacia Mas de Barberans. Una vez cruzado el pueblo, se sigue la carretera hacia La Sénia durante unos 3 km, y se toma la pista señalizada a la derecha. Los primeros kilómetros están asfaltados y el resto es pista de tierra en buen estado, accesible con cualquier vehículo. Tras unos 5 km, se llega al área recreativa de La Vall.