El castillo más imponente de la periferia de Barcelona, Can Feu

El castillo más imponente de la periferia de Barcelona, Can Feu WIKIPEDIA

Historia

Confirmado: el castillo más imponente de la periferia de Barcelona está abandonado y es un Bien de Interés Cultural

En 2018, el Ayuntamiento de Sabadell se convirtió en propietario de esta fortaleza del siglo XI

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Para muchos Sabadell es una ciudad más de la periferia de Barcelona, por lo que su interés es relativo. Si uno indaga un poco más, en cambio, puede dar con secretos increíbles.

Uno de ellos es un Bien de Interés Cultural que lleva años deteriorándose. Los vecinos han conseguido, en cambio, que, poco a poco, la Administración preste atención a esta joya milenaria que protegió a la ciudad durante siglos.

Elegido en su momento como el segundo gran icono patrimonial de la ciudad, solo por detrás de la torre del agua, el castillo de Can Feu es mucho más que una fortaleza con tintes románticos. Es un testimonio vivo de siglos de historia, arquitectura y transformación social.

Sus orígenes se remontan al siglo XI, cuando existía en el lugar una domus fortificada al lado de un torrente, afluente de la Riereta. La primitiva torre, modesta y funcional, fue cambiando de manos y estructura a lo largo de los siglos. 

Cambio de propietarios

Durante el siglo XVI, sufrió un incendio que la dejó gravemente dañada. Aunque fue restaurada, la construcción original nunca se recuperó por completo. Ya en el siglo XVII, los Vallcorba acometieron una profunda remodelación que eliminó parte de aquella torre medieval para erigir en su lugar un casal más amplio, con cubierta a dos aguas, adaptado a los nuevos criterios estéticos y de habitabilidad.

La propiedad pasó entonces a manos de Pau de Feu i Ramoneda, un mercader barcelonés que en 1674 adquirió la finca entera, compuesta por más de cien hectáreas. Su hijo, ennoblecido por el rey Carlos II, introdujo elementos que reforzaban el nuevo estatus familiar: en 1704, por ejemplo, se añadió una capilla barroca en la entrada principal, consagrada a la Natividad. 

Castillo de Can Feu

Castillo de Can Feu WIKIPEDIA

A partir de entonces, el linaje Feu se unió al de los Olzina, una de las familias más poderosas de la Cataluña rural del siglo XIX, que convirtió Can Feu en una pieza clave de su red patrimonial.

Cómo es el castillo

La otra gran reforma arquitectónica del castillo llegó en 1879, de la mano del arquitecto August Font i Carreras, a petición de Josep Nicolau d’Olzina i Ferret de Riusech, el último gran heredero del linaje. Font, formado en la tradición ecléctica del romanticismo catalán e imprimió al edificio su aspecto actual, evocando la estética medieval sin renunciar a la comodidad moderna. 

Torres almenadas, ventanas ojivales, arcadas con toques neogóticos y una fachada dominada por elementos verticales definieron entonces la nueva imagen de la antigua torre. Fue una reinvención estética con aspiraciones simbólicas: devolverle al castillo el aire señorial de antaño, ahora con una visión idealizada de la Edad Media.

La decadencia de un símbolo

La fortaleza fue una residencia dee nobles, aunque también un centro de cultura y recreo. Los jardines románticos y el extenso bosque de Can Feu, hoy desaparecidos, sirvieron durante décadas como pulmón verde y espacio de ocio para la alta sociedad local

Con la Guerra Civil, y sobre todo tras la muerte de Josep Nicolau, la finca entró en un largo periodo de decadencia. Sus herederos vendieron progresivamente las tierras a promotores inmobiliarios, lo que dio lugar a la creación de los barrios actuales de Can Feu, Merinals, Arraona y parte de Can Gambús. El edificio principal, sin uso ni mantenimiento, comenzó a deteriorarse sin que ninguna administración actuara con decisión.

Castell de Can Feu

Castell de Can Feu WIKIPEDIA

Declarado Bien de Interés Cultural

En 2018, el Ayuntamiento de Sabadell se convirtió en propietario del castillo, abriendo una etapa de expectativas que, sin embargo, aún no ha cristalizado en una rehabilitación efectiva. Pese a ello, en enero de 2024, el castillo fue reconocido como Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN), la máxima distinción patrimonial en Cataluña. 

La declaración llega después de años de trabajo de la Associació Cultural Can Feu, que ha ejercido de vigilante del monumento, organizando visitas, campañas de difusión y presentando informes periódicos sobre su estado.

Reclamación vecinal

Esta catalogación garantiza, al menos sobre el papel, la preservación de la estructura principal, pero deja en el aire la protección de su entorno. Aunque existen elementos como las murallas, las garitas defensivas, la capilla barroca o el propio torrente de Can Feu que conforman un conjunto histórico coherente, pero no está siendo así. 

La asociación reclama que ese entorno también sea elevado a la categoría de BCIN, algo que solo puede solicitar el Ayuntamiento. Y es que la situación es especialmente delicada si se tiene en cuenta que las obras recientes del soterramiento ferroviario en la zona han provocado alteraciones importantes en el terreno, como excavaciones sin control y acumulaciones de agua. 

Castillo de Can Feu

Castillo de Can Feu WIKIPEDIA

Denuncias de abandono del patrimonio

Desde la entidad vecinal advierten que la desprotección del entorno pone en riesgo la integridad paisajística e histórica del conjunto y solicitan al consistorio que promueva una moción para activar su protección integral. La ampliación de la figura de BCIN permitiría además acceder a subvenciones europeas, estatales y autonómicas para su rehabilitación, algo crucial para su futuro.

Actualmente, el castillo permanece cerrado al público y sin un uso definido, aunque el Ayuntamiento ha propuesto su reconversión en centro de formación medioambiental. Mientras tanto, la torre de Can Feu sigue envuelta en un halo de misterio y belleza ajada, esperando una recuperación que le devuelva algo de su antigua vitalidad.

Cómo llegar

Si alguien quiere acercarse a ver el castillo, la ruta más rápida desde Barcelona es la C-58. Se toma la salida Sabadell Sud y, desde allí, se continúa por la Gran Via siguendo por la carretera de Terrassa (N-150) hasta enlazar con el Passeig de Can Feu, que lleva directamente al entorno del castillo. En media hora, se llega.

Si se opta por el tren, la mejor opción es ir con la línea S2 de los Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) y bajar en la parada en Sabadell Can Feu | Gràcia. Desde la estación, el castillo está a unos 10 minutos a pie. Si se prefiere, la línea R4 de Rodalies para en Sabadell Centre y caminando unos 20 minutos.