
Los fondos israelíes KKR se ha hecho con la estructura de festivales como el Sónar, el Brunck! Electronik, elRow y el OFFSónar
El boicot al promotor del Brunch! Electronik, un problema añadido a su guerra con el Primavera Sound
La ruptura entre los festivales y la polémica por el fondo de inversión israelí KKR ponen en un aprieto a la organización
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La entrada del fondo proisraelí Kohlberg Kravis Roberts (KKR) en los festivales de música en España, a través de la promotora Superstruct Entertainment, ha provocado un tsunami dentro del sector.
Superstruct aglutina la organización de hasta 80 eventos a nivel mundial, entre los que destacan citas como el Viñarock, el FIB o el Arenal Sound. Una sacudida que ha despertado a la opinión pública y que, en Cataluña, afecta a la organización de cuatro eventos musicales: el Sónar, elRow, el Brunch! Electronik y el OFFSónar.
En cuanto al Brunch, atraviesa un momento especialmente delicado tras la ruptura con el Primavera Sound en febrero de este año, cuando saltó por los aires la alianza entre ambos a raíz de las decisiones tomadas por los socios fundadores del primero, François Jozic y Loïc Le Joliff.
Con una estructura internacional que se extiende a Portugal, Francia e Italia, el circuito de electrónica acoge a unos 390.000 visitantes y aspiraba a ampliar su público, que en la Ciudad Condal sumó alrededor de 70.000 personas con la celebración del formato festival en 2024
Postura "débil"
Sin embargo, fuentes del sector apuntan que la organización es “débil”, dado que la mayor parte de sus fiestas tienen lugar en espacios públicos. Por una parte, el formato festival se desarrollará entre el 7 y el 10 de agosto entre el Poble Espanyol, que está en manos del empresario Jorge Campins mediante una concesión del Ayuntamiento de Barcelona hasta 2036, y el Parc del Fórum, titularidad del Consistorio. Mientras, la modalidad evento tendrá cinco citas a lo largo de este verano en el Parc de la Trinitat y la plaza mayor de Nou Barris.
El Ayuntamiento, liderado por el socialista Jaume Collboni, hizo una declaración institucional en mayo de 2024 en la que reconocía la independencia del Estado de Palestina y ofrecía la metrópoli como escenario de diálogo y paz.
Ante las preguntas de este medio, aún no se ha ofrecido una valoración sobre la situación, ni por parte del consistorio ni de la organización del Brunch! Electronik. Así, queda en el aire cuál será el futuro de la macrofiesta tras la ruptura con el Primavera Sound y conocerse que KKR, fondo de capital riesgo mayor, participa en la promoción inmobiliaria en los territorios ocupados por Israel.
"Un negocio más"
La concentración de varios festivales bajo una sola empresa no es un fenómeno reciente. Si bien hace dos décadas eran organizados por "aficionados" a la música, en la actualidad se ha convertido en un modelo de negocio rentable.
"Lo que ha pasado poco antes de la pandemia es que los fondos inversores extranjeros han empezado a adquirir los festivales por lotes. Y ahora, de los 30 con más público en España, pues igual 15 o 20 ya están participados por fondos estadounidenses", explica a este medio Nando Cruz, periodista musical y autor del libro Macrofestivales.
Cruz señala que, pese a que cambien de manos, en muchos casos "mantienen los componentes culturales", ya que los fondos de capital velan principalmente por sus beneficios, puesto que representan sólo una industria de toda su cartera.
¿Sin responsabilidad?
La llegada de los festivales a los fondos ha atravesado varias etapas, como muestran los casos del Sónar y el Viña Rock (Albacete). Según detalla el crítico musical, ambos fueron vendidos a empresas que luego fueron compradas por fondos más grandes, perdiendo así el control original sobre su gestión.
"Sónar en 2019 vende un porcentaje importante del festival a un fondo inversor y éste no tiene ningún vínculo con empresas armamentísticas ni nada. Pero luego, este fondo inversor vende el festival a Superstruct y, posteriormente, Superstruct empieza a ser participada por KKR, que pone dinero para sacar tajada de todos sus festivales. Pero, en realidad, Sónar ha vendido a esta primera empresa", indica.
Por eso, los organizadores sólo responden por la venta inicial, mientras que los nuevos dueños priorizan la rentabilidad: "Son negociaciones a altísima escala en las que ellos ya ni entran ni salen, porque ya han vendido".
El crítico también añade que un factor que ha impulsado la venta de festivales es la competencia "por conseguir a los mejores artistas" para atraer a más público. Para lograrlos, es necesario "inyectar" dinero que suele provenir de estos fondos. Aunque esta decisión pueda generar dilemas o tensiones con el público, los promotores están obligados a cumplir con lo pactado en el contrato, remarca Cruz.

Festival Sónar EP
Protestas y silencio
El silencio ha reinado en tres de los cuatro festivales catalanes como única respuesta al reportaje elaborado por El Salto. Por el contrario, la reacción de 70 artistas, bandas y DJ no se ha hecho esperar, ya que, a través de un comunicado, han exigido adoptar políticas éticas con respecto a la programación para que se mantenga colaboración en el Sónar. Hasta ahora, este es el único que ha publicado un mensaje de apoyo a la población palestina, “atrapada en la catástrofe humanitaria que se vive en Gaza”.
En líneas generales, la industria de la música en directo alcanzó un impacto de 725,6 millones en España en 2024, lo que supone un 25% más que el año anterior, según el Anuario de la Música en Vivo de la Asociación de Promotores Musicales (APM). Según las cifras de Superstruct, elRow convoca 140.000 seguidores en España, mientras que el OFFSónar mueve a 33.000 personas.
En un mercado que no solo ofrece espectáculos, sino gastronomía, actividades, turismo de masas, estas cifras dan cuenta de lo jugoso del negocio. En el top diez de festivales en el ámbito nacional, Barcelona tuvo en 2024 dos posiciones destacadas: el Primavera Sound en segundo lugar y el Sónar en quinta posición, con 268.000 y 154.000 asistentes, respectivamente.