
Hugo Silva Barcelona
Hugo Silva, sobre su carrera: "Yo he pegado varios volantazos en mi vida y uno de ellos me hizo actor"
El intérprete reflexiona sobre su vida, su fama y las relaciones de las que no se puede huir con motivo del estreno de la película 'La buena suerte'
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Hugo Silva está en un momento dulce. Estrena película, La buena suerte, tiene otros siete proyectos por estrenar o realizar, su fama ha llegado a un punto que no le agobia, está encantado con su función de padre y, además, encuentra tiempo para desconectar.
Lo confirma a Crónica Global desde la terraza del hotel Fuster de Barcelona. En este enclave modernista se realizaron las entrevistas del BCN Film Fest de su próximo film, La buena suerte. Una cinta que lo lleva de vuelta al drama.
A pesar de ser un amante de la comedia y de no haber leído la novela homónima de Rosa Montero en la que se basa, el actor leyó de la cinta dirigida por Gracia Querejeta y no dudó en subirse al proyecto. La historia cuenta la historia de un hombre que huye de su pasado para empezar una nueva vida en un recóndito pueblo.
Allí parece encontrar cierta estabilidad e incluso el amor. Pero, como bien, cuenta el actor hay relaciones de las que no se puede huir y su personaje está condenado a vivir atado a la persona de la que escapa.

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- ¿Se había leído el libro antes de la película?
- No me lo he leído. Me llegó el guion bastante cerca de la fecha de rodaje, me interesó muchísimo: el punto de partida, el conflicto del personaje... y me apunté a la aventura centrándome en el guion y ya está.
- He hecho muchas más adaptaciones y, por supuesto, me he leído los libros y me hubiera encantado leerme el libro, pero en este caso concreto no me dio tiempo.
- Lanzarse con poco tiempo a hacer un personaje así es lanzarse a los leones, ¿no?
- Sí, el personaje tiene un conflicto muy potente y como punto de partida me gustaba mucho. Porque si tienes una relación tóxica con alguien de tu entorno porque es psicópata o porque es una narcisista siempre vas a poder poner distancia. Yo, como todo el mundo, he tenido relaciones con personas con este perfil y siempre hay una escapatoria, digamos, la vida sigue. Ahora, cuando se trata de tu hijo, estás condenado. De un hijo no se puede escapar, incluso si rompes con un hijo, siempre vas a tener esa herida.
- Estás condenado absolutamente. Me parecía algo como muy curioso, muy doloroso y sobre todo una cosa que ni siquiera me había planteado. Yo soy papá de dos niños y en ningún momento me había planteado qué pasa si uno de los niños me sale malo, o sea, malo de raíz, de psicopatía. Jamás me lo había planteado y esto es una putada. Entonces me gustaba ese punto de partida.

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- Además, tiene una base real La quema de unos homeless en un cajero de Barcelona por parte de unos adolescentes. ¿Es una manera de retratar esa otra juventud no idealizada que se ve en el cine? Esa juventud más violenta
- No me atrevería a decir que la juventud sea más agresiva. La juventud no deja de ser un reflejo de la propia sociedad. La juventud quinqui del principio de los 80, de los 70, no dejaba de ser un reflejo de una sociedad muy destrozada, con un nivel cultural bastante bajo, con una opresión o heredera de una opresión salvaje y ahí estaba esa juventud que reaccionaba en base a eso.
- La sociedad que tenemos ahora es una sociedad absolutamente individualista, absolutamente egocentrista, ombliguista y, por supuesto, habrá parte de la juventud que reaccione como espejo de una sociedad que ahora mismo, en su parte más negativa, se expresa de esta manera.
- En cualquier caso, en la película, usted es un padre que lleva ese drama en silencio.
- Claro, ¡es que realmente imagínate! Tú puedes romper con toda tu vida, empezar de nuevo, pero si tú eres padre, no vas a romper ese vínculo. Incluso cuando lo rompas, dentro de ti va a estar.
- Mi personaje emprende una huida para intentar comenzar en otro mundo nuevo, pero lo hace muy desesperado. Salta de un tren, compra un piso en un pueblo que ni conoce y lo paga. Y pasa, lo que sucede en estos casos, estás intentando escapar y no hay forma de hacerlo, el problema te arrincona. Llega un momento que la situación te da la vuelta y piensas que "si esta situación me tiene que llevar por delante, pues que me lleve".
- Pero él parece encontrar una tabla de salvación: el amor.
- Esto es una cosa que pasa. Cuando tú pegas un volantazo en tu vida, se abre algo nuevo. No digo que vayas a encontrar el amor, un amor maravilloso, perfecto, pero si tú pegas un volantazo en la vida, las posibilidades se abren. Eso está claro. Las ventanas empiezan a abrirse y se pueden abrir las del amor, las del trabajo... mil ventanas. Un volantazo tiene eso para lo bueno y para lo malo.

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- ¿Y alguna vez ha pensado usted también en dar un volantazo y cambiar toda la vida?
- Yo he pegado varios volantazos en mi vida. Ahora ya no porque tengo dos criaturas, que no les voy a hacer eso, obviamente. Pero sí, yo he pegado varios volantazos y me ha pasado. De hecho, yo soy actor porque en un momento dado pegué un volantazo, si no, pues seguramente me dedicaría a otra cosa.
- ¿Por qué? ¿No pensabas en ser actor?
- Sí, yo siempre he querido ser actor, pero, en mi niñez o en mi juventud, era una cosa que veía muy lejos, era una ilusión más. Ya a los 19 me centré. Antes hacía teatro aficionado y todo eso porque me gustaba.
- ¿Y también ha tenido ganas, como el personaje, de parar así de golpe y huir? Viendo su carrera no lo parece.
- No sé. Ahora mismo, lo que quiero en la vida es poder parar de vez en cuando. Y lo consigo. Lo que no voy a hacer es irme de hippie a una isla y olvidarme de todas las cosas y de todos los frentes abiertos que tengo en mi vida. Aparte, me parecería bastante egoísta por mi parte.
- Pero sí, muchas veces apago el móvil y me tiro dos o tres días perdido.
- Lo del móvil no debe ser fácil siendo actor y teniendo que promocionar, ¿no? Dicen los intérpretes que han de estar activos en redes.
- Yo realmente hago promoción, luego tengo una vida que es solo mía y trato de cuidarla con celo y que nadie se meta. Trato de disfrutar y aparcar todas mis obligaciones, incluso todo lo que concierne a mí.

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- Pero siendo una figura pública, debe ser difícil o escapar de la prensa o la gente.
- No, pero ya hace mucho que no quiero escapar. Yo ya llevo muchos años aceptando mis circunstancias vitales, que es una cosa que hay que hacer. Al principio no lo hacía, pero hay que tirar para adelante.
- Además, la fama de ahora no tiene nada que ver la fama del principio, que es muy explosiva. Llevo ya veintipico años en esto, entonces la gente me ve y ya no te para. No soy una superestrella nueva, ahora ya es como si vieran más a su tío Rogelio y te saludan, te dicen que están encantados de verte... Como que me tienen más visto y la fama es una cosa mucho más tranquila. La presión mediática es otra, no tiene nada que ver.
- Bueno, es que usted fue perseguido y todo.
- La que tenía yo al principio era una locura y es muy difícil, imposible. Es cuestión de tiempo y de aceptación. Y también la gente va cambiando, ya no es tan locura. De hecho, llevo muchos años que la fama ya no me incomoda, sino que siento gratitud porque la gente se lo haya pasado bien viendo alguna serie o película en la que estoy.
- Pero sin parar. Mínimo tiene siete proyectos por delante.
- Está la cosa un poquito desbocada, sí. También te digo, es una época de bonanza, no paran de ponerse productos en pie, ya sea por las plataformas o lo que sea. Y, por supuesto, a mí esto me ha gustado toda la vida. Y soy actor por vocación, y como decía antes, cuido por tener mi vida y mis descansos, pero oye, si me sale trabajo y encima me mola, pues adelante.

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- Y sea lo que sea. Ya sea drama o comedia.
- No, no, de hecho prefiero hacer papeles cómicos, esto es otra cosa que también quiero decir. Me da pena, porque hay algo clasista a la hora de valorar la comedia, se valora menos que el drama. La comedia es mucho más difícil que el drama, muchísimo más difícil, de hecho el drama es más fácil que la comedia, mucho más fácil.
- La comedia, aparte del factor de talento, tiene otros muchos más factores y a mí personalmente me divierte mucho más hacer comedia. De situación, no hacer comedia del personaje, sino por la propia situación. O sea, me gusta que el personaje sufra y que lo resultante sea comedia. Es lo que más entretenido me tiene en un rodaje y son los personajes que más disfruto a la hora de poner en pie.
- Y me da mucha pena que, tanto la sociedad y un poco la industria ven estos productos como algo menor y para nada. En el fondo, todos los que trabajamos en esto sabemos que es lo más complicado.
- Pero aquí está ahora con un drama intenso.
- A mí me dan mucha comedia, por suerte, muchísima. Lo que pasa que siempre que hay algún drama, hay que hacerlo.
- Y uno con muy poco texto.
- Esto es otra cosa que a mí me gusta, las cosas tienen que suceder en la ficción. Las cosas cuando se cuentan, cuando viene un personaje y te cuenta la película, mal vamos, allá hay un fallo.
- La mejor forma de contar lo que le pasa al personaje es que le vayan pasando cosas o que el personaje tenga un punto de vista, que el espectador vaya acompañando al personaje y que vaya descubriendo las cosas a través de sus ojos. No importa tanto el personaje sino las cosas que le están pasando.

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- Es que, de hecho, hay una historia de amor, un drama social, pero 'La buena suerte' tiene toques de thriller.
- El thriller es la excusa y la historia de amor es más la esperanza. Pero a mí me gusta decir que es una huida, es una peli de una persona que huye de sí misma y eso es muy difícil. Ese es el gran conflicto. De hecho, yo te diría que es imposible.
- No se puede huir de uno mismo. Tarde o temprano acabas dándote una hostia contra tu propio reflejo. Al final lo más importante en la vida es aceptar tus circunstancias vitales porque no puedes huir.