
Esta es la segunda ciudad de Europa con mayor consumo de cocaína, Tarragona CANVA
Oficial: esta es la segunda ciudad de Europa con mayor consumo de cocaína: no es Barcelona
Un estudio ha detectado una gran cantidad de esta sustancia en las aguas residuales del municipio
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El consumo de drogas es preocupante. Tras unos años que la población, especialmente los jóvenes, estuvo concienciado de sus riesgos, parece que se la he perdido el miedo. A nivel mundial, por lo que Cataluña no es una excepción.
Hace pocas semanas se supo una noticia algo alarmante. A pesar de que Barcelona es conocida por la cantidad de turismo y fiesta que acoge, hay otra ciudad catalana que se ha colocado en el segundo puesto en consumo de cocaína. O, para ser más precisos, en el ranking europeo de mayor presencia de cocaína en sus aguas residuales.
Ni Berlín, ni París, ni siquiera Barcelona. La ciudad que ocupa esta posición es Tarragona. Así lo confirman los datos del último informe elaborado por el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT), en el marco del proyecto SCORE, una red que analiza muestras de aguas residuales en 155 ciudades de más de 30 países.
El dato resulta, cuanto menos, sorprendente. Ninguna capital europea está ni en la primera posición (que la ocupa Amberes) ni en la segunda, donde se encuentra Tarragona. Y los datos sorprenden. La cantidad de cocaína encontrada en las aguas es de 1.483 miligramos por cada 1.000 habitantes y día en 2024.
Análisis de las aguas
Este nivel de presencia de metabolitos de la cocaína (específicamente benzoilecgonina) sitúa a Tarragona solo por detrás de Amberes, la ciudad belga que lidera el ranking europeo con 1.997 mg/día. Por contraste, algunas ciudades del listado apenas alcanzan los 15 mg.
Las cifras indican un patrón de consumo intensivo que coloca a la capital tarraconense muy por encima de otras ciudades conocidas por sus altas tasas de uso de sustancias, incluyendo urbes costeras y turísticas similares.
Un dato que se repite en el tiempo
El dato no es aislado ni puntual. En realidad, Tarragona se mantiene en los primeros puestos desde hace dos años, aunque con ligeras variaciones. En 2022, la cifra alcanzó los 1.610 mg/día. En 2023, descendió hasta los 1.464 mg, y en 2024 ha repuntado un 1,3%.
Pero la cocaína no es la única sustancia que preocupa: en el último año, los niveles de cannabis han aumentado un 18,6% y los de anfetaminas un 6%, lo que sugiere una tendencia al alza en el consumo general de drogas recreativas. Es así, que la sitúan en el cuarto puesto a nivel europeo.
Quién realiza el estudio
El análisis que sustenta estos datos no se basa en encuestas, detenciones o incautaciones. Es algo más técnico, directo y, sobre todo, difícil de falsear. En Tarragona, las muestras de agua se recolectan en la estación depuradora en colaboración con el Grup de Cromatografia i Aplicacions Mediambientals de la Universitat Rovira i Virgili (URV).
Este laboratorio analiza las sustancias presentes en las aguas residuales, detectando los metabolitos que el cuerpo humano expulsa tras consumir determinadas drogas. La orina es la vía de entrada de estas sustancias al sistema de saneamiento urbano, y con ella llegan también los rastros químicos que permiten medir de forma precisa lo que se ha consumido.
Cómo se ha estudiado
El proceso consiste en recoger muestras durante una semana concreta, entre marzo y mayo, para evitar sesgos derivados de la afluencia turística. Estas muestras se analizan siguiendo un protocolo común validado por el OEDT, que garantiza la homogeneidad entre las ciudades participantes.
Además, para calcular con mayor precisión la población real expuesta, se cruzan los datos de recogida con registros de movilidad de dispositivos móviles, una herramienta que ayuda a estimar cuánta gente hay realmente en la ciudad durante el periodo de análisis.
Qué dice la policía
Uno de los factores que más desconcierta a los expertos es que Tarragona no es un punto habitual de incautación de cocaína. Mossos d’Esquadra y Guardia Civil coinciden en que no hay grandes operativos ni rutas detectadas en la provincia que expliquen estos niveles.
El dato, sin embargo, refleja el consumo real, no el tráfico ni la presencia de la sustancia antes de su uso, lo que indica que lo que se analiza ha sido efectivamente procesado por el cuerpo humano.
Preguntas en el aire
La cifra resulta preocupante y plantea una serie de interrogantes: ¿Quién consume tanta cocaína en Tarragona? ¿Responde a un patrón local o a una población flotante que no se ve reflejada en las estadísticas convencionales? Los investigadores no tienen aún respuestas claras.
A diferencia de otros estudios sociales sobre drogas, el análisis de aguas residuales no puede ofrecer información sobre el perfil de los consumidores, ni sobre la frecuencia de uso o la pureza de la sustancia. Solo confirma que se ha consumido.
Dudas sobre los datos
Tampoco faltan las voces escépticas. Algunos expertos, así como representantes de cuerpos de seguridad, ponen en duda que Tarragona tenga realmente un consumo tan elevado en comparación con otras capitales españolas o europeas.
Argumentan que la metodología, aunque cada vez más precisa, no está exenta de variables que podrían alterar los resultados. Entre ellas, destacan la complejidad de interpretar los niveles químicos, la dificultad para establecer con certeza el número de personas conectadas al sistema de saneamiento, y las posibles diferencias en los métodos de análisis entre laboratorios.
Aun así, los datos son oficiales y, al menos sobre el papel, consolidan a Tarragona como una de las ciudades con mayor consumo de cocaína de todo el continente. Y lo hacen desde un lugar inesperado: bajo tierra, en el rastro químico de un hábito que se filtra por los desagües. Sin ruido, sin arrestos y sin titulares, pero con la contundencia de los números y el peso de los datos verificados.