
Plaza Gran de Calaf
Calaf, tres días con cortes en internet y telefonía por un robo de fibra óptica
Movistar (Telefónica) ha trabajado intensamente en la recuperación del servicio, que ha quedado completamente restablecido este domingo
Las tareas para resolver los efectos del sabotaje se han prolongado más de lo previsto por un corte posterior provocado por un tractor
Noticias relacionadas
Los vecinos de Calaf (en la comarca Anoia, en Barcelona) seguían este domingo por la mañana sin conexión a internet ni cobertura telefónica, una situación que arrastran desde la madrugada del jueves al viernes. El motivo, un robo de cable de 1,5 kilómetros de fibra óptica.
Desde entonces, la operadora Movistar (Telefónica) ha trabajado intensamente en la recuperación del servicio, que ha quedado completamente restablecido este domingo. Asimismo, la tarea de los técnicos para resolver los efectos del sabotaje se han prolongado más de la cuenta por culpa de un corte posterior provocado por un tractor agrícola.
Para evitar que vuelva a pasar, la alcaldesa del municipio, Montse Mases, ha sugerido el soterramiento del material o acometer otras inversiones para la protección de la infraestructura.
Impacto turístico
La situación ha causado una gran "indignación" entre los vecinos, ya que muchos comercios no pueden cobrar con tarjeta.
En esa línea, la alcaldesa ha resaltado el impacto negativo de este apagón en la actividad turística, ya que ha coincidido con el puente del 9 de junio.
Restaurantes
Los comerciantes y restauradores han sido los más perjudicados por la falta de conexión, puesto que no han podido utilizar datáfonos para cobrar ni atender llamadas para reservas o pedidos.
Este sábado, Calaf acogía eventos con gran afluencia de visitantes y coincidía además con el día de mercado. Aunque muchos puestos aceptaban efectivo, el sabotaje complicó la jornada, ya que los cajeros automáticos no funcionaban y los clientes no podían sacar dinero.
Infraestructura
Este municipio no es ajeno a este tipo de incidencias: ya vivió cortes similares en los dos últimos años. El más grave se produjo en el pasado noviembre, cuando la localidad pasó una semana entera sin acceso a internet.