La desconocida iglesia de San Agustín de Barcelona: un símbolo del catalanismo de la orden del Papa

Desde que se ha conocido la noticia del nuevo Papa, el mundo anda loco por tratar de encontrar anécdotas o curiosidades sobre él. Él, en cambio, cumple con sus nuevas funciones.

Más allá de su paso por Cataluña y por el mundo, una de las cosas que quedó clara desde el principio es a qué orden pertenecía, a la de los agustinos. Esta comunidad ha tenido su importancia en Cataluña, pero a pesar de ello no es de las más establecidas y conocidas.

El castillo de Lleida que fue clave en la Reconquista y ahora permanece olvidado: una fortaleza medieval del siglo XI

Uno de los rincones catalanes más conocidos de esta orden es el Convent Vell de Sant Agustí, un antiguo convento de esta orden que quedó destruida en la famosa Guerra de Sucesión de 1714. Ahora, allí sólo restan algunos vestigios y se erige el museo del chocolate, pero la congregación no se dio por vencida.

Tras los ataques, los agustinos construyeron la iglesia de San Agustín, conocida también como Sant Agustí Nou, para recordar lo sucedido en esa batalla y la destrucción del convento ubicado en el Born.

Símbolo de luchas

La nueva iglesia se construyó más lejos, al otro lado de Las Ramblas, en el corazón del barrio del Raval. Entre las calles del Hospital y de Sant Pau, se eleva este templo católico, perteneciente al arciprestazgo de la Rambla-Poble-sec.

En sus muros se guardan siglos de historia, luchas, reconstrucciones y un simbolismo que ha trascendido el ámbito religioso. Y, a pesar de ser un emblema de la memoria política y social de Cataluña, pasa casi desapercibido.

Inicios conflictivos

Tras la victoria borbónica, el antiguo convento de la orden, situado en la calle Comerç, se convirtió en la Ciudadela militar. Los agustinos se mudaron con discreción y apostaron por el estilo francés.

El proyecto original fue encomendado al ingeniero militar galo Alexandre de Retz, quien ideó una iglesia en estilo neoclásico. Sin embargo, la ejecución corrió a cargo del maestro de obras Pere Bertran, quien firmó los primeros planos en 1728 junto a fray Agustí Minvart, fray Antonio Mora y Francisco Torrents. 

Iglesia de Sant Agustí Nou WIKIPEDIA

Construcción de la iglesia

La primera piedra del nuevo conjunto fue colocada el 12 de diciembre de ese mismo año. Las obras, que se alargaron durante varias décadas, pasaron a manos de Pau Trullàs en 1739. La fachada, de marcada monumentalidad, fue diseñada por Pere Costa en 1735, y la iglesia fue finalmente inaugurada en 1760.

La planta es de nave única con capillas intercomunicadas, cubierta por una bóveda de cañón con lunetas, un crucero coronado por una cúpula con linterna, y un ábside semicircular. La cabecera fue reformada en el siglo XIX en forma de hemiciclo, con columnas corintias. 

Cómo es

La fachada presenta un nártex de cinco arcos de medio punto y semicolumnas jónicas, rematadas por un frontón mixtilíneo. Una cúpula elíptica, solo concluida en su parte inferior, le otorga un aire inacabado. En el centro de la arcada se encuentra un escudo borbónico de piedra, recordatorio del contexto político en que nació el edificio.

En su interior, el altar mayor destaca por un retablo-baldaquino de estilo neopalladiano que alberga una imagen de San Agustín. Las capillas laterales ofrecen una rica devoción popular, entre ellas las dedicadas a San Ponce, San Antonio, el Rosario, la Consolación, la Bonanova y, especialmente, la capilla de la Pontificia y Real Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y María Santísima de la Esperanza Macarena, una de las cofradías más emblemáticas de la ciudad.

Nuevas guerras

Todo parecía estar en orden, tras la construcción del templo. Pero si el antiguo convento sufrió la Guerra de Sucesión, la nueva iglesia de San Agustín no ha estado exenta de violencia. 

En 1835, durante los motines anticlericales que sacudieron España, el convento fue incendiado y se perdió toda la ornamentación interior. Ese mismo año, como parte del proceso de desamortización impulsado por Juan Álvarez Mendizábal, la comunidad agustina fue expulsada y se expropiaron tanto el convento como el claustro. 

Iglesia de Sant Agustí WIKIPEDIA

Golpe de Estado

Cuatro años más tarde, la iglesia fue convertida en parroquia de la diócesis, abriendo una nueva etapa en su función dentro de la ciudad. Pero la paz duraría poco. La Guerra Civil también dejó su huella en el edificio. 

Durante el levantamiento golpista, el ala situada en la calle Arc de Sant Agustí fue mutilada, dejando cicatrices visibles hasta hoy en la estructura del conjunto. A pesar de los daños sufridos, el templo se ha mantenido en pie como espacio de culto y también como lugar de encuentro y resistencia.

Símbolo del catalanismo

Uno de los episodios más relevantes del siglo XX tuvo lugar el 7 de noviembre de 1971, cuando San Agustín fue sede de la Asamblea de Catalunya, el organismo unitario de la oposición antifranquista en la región.  Fue en esta iglesia donde se proclamó la consigna "llibertat, amnistia, Estatut d'autonomia", que marcaría el imaginario político del catalanismo durante la Transición. 

Este hecho consolidó a San Agustín no solo como lugar de culto religioso, sino como uno de los símbolos civiles de la lucha por las libertades en Cataluña. Su adscripción a la orden agustina, la misma del Papa León XIV, refuerza su posición dentro de la red eclesiástica global.