El padre del 'Todo a cien', Werner Metzen

El padre del 'Todo a cien', Werner Metzen CRÓNICA GLOBAL

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El padre del 'Todo a cien': la peculiar historia de un empresario alemán, catalán de adopción

Este emprendedor se hizo famoso en su país por sus "tiendas de la chatarra" y su lema "lo caro barato"

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Hubo un tiempo en que, todo aquello que ahora se conocen como bazares o, más coloquialmente “chinos”, tenían otro nombre. Eran exactamente lo mismo, regentados por las mismas personas, pero se les llamaba "Todo a cien".

Eran los años de la peseta, de las calles comerciales repletas de pequeños locales donde todo parecía al alcance del bolsillo. Pero, ¿sabías que este fenómeno comercial en España tiene su origen, según cuenta la leyenda popular, en Lloret de Mar? Así reza la nueva campaña turística del municipio y así se cuenta en la historia.

En realidad, este concepto de tienda nace en China, pero en España llega tarde. Eran principios del siglo XX cuando en Madrid aparecieron unos comercios llamados “Todo a 65 céntimos”. Sus responsables sonaban a catalanes Andrés Sallent Martí y Armando Orsolich Roca. Eso sí, acabaron fatal.

El tiempo pasó, y esa fama que adquirieron estos empresarios en Madrid pareció desaparecer. El negocio cayó en el olvido. No fue hasta el final del franquismo que no resurgiría bajo otro nombre, los “Todo a cine”. S

De dónde sale el nombre

El término “Todo a cien” hace referencia a una época anterior al euro, cuando los productos que se vendían en este tipo de tiendas tenían un precio estándar: 100 pesetas, el equivalente a unos 0,60 € actuales. 

Aunque con el tiempo los precios subieron, el nombre perduró un tiempo. Estas tiendas eran conocidas por ofrecer artículos variados, desde productos de limpieza y menaje del hogar hasta juguetes o papelería, siempre con precios bajos.

Una revolución 

Antes de que los bazares orientales dominaran el mercado, los "Todo a cien" representaban una revolución en el modelo de compra minorista. Sin escaparates sofisticados ni grandes marcas, estos comercios se basaban en el volumen de ventas y en un principio muy sencillo: vender mucho, aunque fuera con márgenes reducidos.

Y ahí es donde entra en escena Werner Metzen, el alemán que importó esta idea a Cataluña (y posiblemente a España) y la adaptó con una visión empresarial tan peculiar como efectiva.

Quién fue Werner Metzen

Nacido en Andernach (Alemania), tras la Segunda Mundial, este alemán, encontró en Cataluña un nuevo hogar, concretamente en Lloret de Mar. Su frase: “Alemán de nacimiento, lloretense de sentimiento”.

Era un empresario millonario, conocido por su carácter excéntrico, su amor por la buena vida y por moverse en vehículos poco convencionales para la época, que llamaban la atención tanto como sus ideas.

Negocios en Alemania

Antes de llegar a la Costa Brava, Metzen ya era una figura reconocida en Alemania. Asociado a la cadena Karstadt AG, fundó en 1988 la empresa Metzen-Warenhandelsgesellschaft, con hasta 38 sucursales. 

Sus tiendas eran conocidas popularmente como “tiendas de chatarra”, porque vendían productos de saldo, excedentes industriales, objetos descatalogados y lotes procedentes de liquidaciones de stock o empresas en quiebra.

Un lema convertido en tienda

En la Alemania de la posguerra fría, sobre todo tras la reunificación, Metzen aprovechó la avalancha de mercancía sobrante de la desaparecida República Democrática Alemana (RDA). Muchas veces adquiría estos bienes por precios irrisorios, o incluso gratis, procedentes de almacenes militares y estatales. 

Esta estrategia, que muchos vieron disparatada, le permitió amasar una fortuna estimada en 30 millones de marcos alemanes, bajo el lema que lo hizo famoso: “Lo caro barato”.

Aterrizaje en Lloret

Tras el éxito en Alemani, en Lloret de Mar, Metzen vio otra tierra fértil para sus experimentos comerciales. Fue aquí donde abrió uno de sus establecimientos más emblemáticos: un local llamado “Lo caro barato”, considerado por muchos como el primer "Todo a cien" en Cataluña.

La tienda no sólo rompía moldes en cuanto a precios, sino también en concepto. Los productos se apilaban sin gran orden, pero era precisamente ese caos aparente lo que invitaba a descubrir tesoros escondidos. La gente entraba sin saber lo que necesitaba, y salía con bolsas llenas de objetos útiles o curiosos por muy poco dinero. Según decía el propio Metzen: “Mis clientes no compran porque lo necesiten, sino porque es barato”.

Revolución comercial

La propuesta funcionó. Pronto, otras ciudades replicaron el modelo, y el “Todo a cien” se extendió como una nueva forma de consumir. Con ello, Lloret de Mar se convirtió, casi sin saberlo, en el epicentro de una pequeña revolución comercial.

Metzen no solo trajo un nuevo concepto de tienda, también generó empleo, invirtió en el municipio y dejó una huella que, aún décadas después de su muerte, continúa viva en los comercios que siguen su filosofía: ofrecer mucho por poco.

Herederos

Metzen murió a los 51 años en Girona debido a la rotura de una arteria. Fue hospitalizado el 23 de abril de 1997 y falleció al día siguiente. Su fallecimiento marcó el inicio del declive de su imperio. 

Su hijo Lars Metzen, uno de sus cinco hijos, se hizo cargo de los negocios. Pero en un intento de “refinar” la estrategia comercial, cambió el concepto original hacia lo que él llamó “chatarra fina”, alejándose de la esencia del modelo basado en el bajo coste. Fue un error. En apenas dos años, la empresa quebró tras varios fracasos financieros.

Un legado que perdura

Lars escribiría años después varios libros en los que relata la historia de su padre, la creación de su imperio y su trágico final económico. En sus páginas se retrata la historia de un comerciante astuto y la de un visionario excéntrico que supo adelantarse a su tiempo.

Ya apenas nadie recuerdan los “Todo a cien”, cuando entran en un bazar de barrio, pocos recuerdan que esa filosofía de vender artículos de bajo precio en grandes cantidades tiene raíces muy concretas. Y aunque el euro, la inflación y los cambios culturales transformaron el concepto, el espíritu del “Todo a cien” sigue vivo.