Juzgados de Granollers con un polígono industrial de fondo

Juzgados de Granollers con un polígono industrial de fondo Crónica Global

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Estefanía Ramos, implicada en el fraude de la ANC, acusada ahora de un golpe millonario en Granollers

Un grupo de inversores estudia presentar una nueva demanda contra la conocida por ser 'la reina de las estafas inmobiliarias' a causa de una nueva maniobra fraudulenta en la compraventa de unas naves industriales 

Contenido relacionado: Fiscalía investiga la estafa inmobiliaria que se urdió en las instalaciones del DIR Sant Cugat

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Una nave en venta, una operación inmobiliaria muy atractiva, un grupo de comisionistas y ella: Estefanía Ramos Barón. Sólo con mencionar su nombre, algunos resoplan: "Nos la ha jugado", aseguran. Y es que esta presunta estafadora, ya señalada en el fraude de un restaurante en un gimnasio DIR, e imputada en la macroestafa que salpicó a las candidaturas de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), vuelve a ser protagonista de una trama llena de sombras.

Los hechos se remontan a julio de 2024, cuando un grupo de comisionistas catalanes detectó la oportunidad de adquirir unas naves en venta en un polígono industrial de Granollers (Barcelona). En esta ocasión, los inversores decidieron no acudir a su inmobiliaria habitual y buscaron otras vías. Fue entonces cuando apareció ella.

Estefanía les presentó, presuntamente, una operación sin fisuras: afirmaba tener contactos con unos clientes iraníes interesados en las naves, con una sólida capacidad económica y dispuestos a pagar una suma considerable por los locales.

Un perjuicio de 100.000 euros

Los comisionistas, que trabajaban como colaboradores, lograron cerrar un acuerdo con los propietarios, los compradores y todas las partes implicadas. Todo parecía listo para firmar hasta que, según denuncian los afectados, Estefanía decidió actuar por su cuenta.

A espaldas de los intermediarios, contactó directamente con los propietarios y cerró el contrato final sin incluir al grupo que había gestionado la operación desde el principio. Calculan que esta maniobra les causó un perjuicio económico cercano a los 100.000 euros: la cantidad que habrían percibido como comisión, de no haber sido apartados de la operación de forma unilateral y, presuntamente, irregular.

Lo peor es, según su versión, que se enteraron de esta estrategia porque en una visita al notario, éste les informó de que el contrato se había cerrado sin su participación. "Nos sentimos totalmente estafados por esta mujer", aseguran. 

Una demanda colectiva

Ante esta situación, los inversores perjudicados por la maniobra de Estefanía Ramos Barón han comenzado a estudiar la posibilidad de presentar una demanda colectiva en los Juzgados de Granollers. La acusación se centraría en dos posibles delitos: falsificación documental y estafa.

Aseguran que existen pruebas suficientes para demostrar que fueron apartados de forma intencionada, con documentos modificados y que toda la operación responde a una "estrategia premeditada" para eliminar intermediarios y apropiarse de su comisión.

El grupo de comisionistas lamenta profundamente lo ocurrido y no sólo apuntan a Ramos como única responsable, sino también a su entorno más cercano. Consideran que todos forman parte de un entramado que se dedica de forma sistemática a montar operaciones inmobiliarias fraudulentas. 

"No es la primera vez que actúa así. Tiene un modus operandi muy claro: se gana la confianza de los implicados, aparece como salvadora de la operación y, cuando todo está en marcha, actúa por su cuenta, dejando a todos fuera", denuncian.

El fraude que salpicó a la ANC

Estefanía Ramos Barón, sin embargo, no es nueva en este tipo de acusaciones. Su nombre ya apareció vinculado a otras triquiñuelas, siendo la más sonada aquella que salpicó a las candidaturas de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) a las cámaras de comercio catalanas, en Terrassa. Por ese caso, se enfrenta a una posible pena de seis años de prisión.

Imagen de una presentación de una lista de la ANC a la Cámara de Terrassa

Imagen de una presentación de una lista de la ANC a la Cámara de Terrassa Cedida

En aquella ocasión, Ramos era socia de uno de los candidatos, con el que acabó heredando la empresa de otro aspirante al plenario de la organización empresarial local. La investigación reveló una compleja red de sociedades instrumentales y testaferros que sirvieron, presuntamente, para captar inversiones ficticias.

El caso, por estafa y falsedad documental, ha sido elevado a la Audiencia Provincial de Barcelona tras años de instrucción. Según el escrito de calificación de la Fiscalía Provincial, al que ha tenido acceso este medio, tanto Ramos como otras cinco personas y seis empresas formaban parte de un "entramado ilícito" destinado a captar fondos simulando inversiones inmobiliarias inexistentes.

La Fiscalía solicita en ese caso una indemnización cercana a los dos millones de euros, cantidad que correspondería a los perjuicios causados a media docena de inversores que cayeron en la trampa.

Pero la historia no acaba ahí.

La macroestafa del DIR

Mientras se tejía la operación de Granollers, la Fiscalía de Barcelona abrió una nueva investigación contra Estefanía Ramos por otra estafa inmobiliaria, esta vez relacionada con las instalaciones de un conocido gimnasio de la cadena DIR. El Ministerio Público intervino tras recibir una denuncia relacionada con lo que muchos ya denominan el "Black Friday del ladrillo": un evento promocional que terminó en fraude masivo.

La cita tuvo lugar en octubre de 2023, en el restaurante Pista Central del DIR Pádel Sant Cugat, propiedad de la cadena de Ramon Canela. Ese viernes, se celebró un supuesto "Black Friday inmobiliario" en el que se ofrecieron públicamente pisos y propiedades a un grupo de inversores convocados al evento. La cara visible de la operación: nuevamente, Estefanía Ramos Barón.

Imagen de un momento del Black Friday House en el DIR Sant Cugat en 2023

Imagen de un momento del Black Friday House en el DIR Sant Cugat en 2023 CG

Durante la jornada, Ramos y un grupo de intermediarios presentaron una atractiva cartera de inmuebles a los asistentes. Las condiciones eran irresistibles: precios reducidos, promesas de rentabilidad y entrega inmediata. Pero, según la denuncia presentada ante la Fiscalía, ninguno de los activos ofrecidos llegó nunca a manos de los compradores.

Un portavoz del Ministerio Público ha confirmado a este medio que se han iniciado diligencias previas de investigación y que se están recopilando pruebas y testimonios. "Es la misma película que en Granollers", lamenta uno de los afectados. Un relato que, si se confirma, podría terminar por consolidar el perfil de Estefanía Ramos Barón como una figura central en una trama de estafas inmobiliarias que sacude el sector en Cataluña.