
Jordi Rovira y Àlex en la presentación de 'Homo Solver'
Las lecciones estoicas de Àlex Rovira y Francesc Miralles: por una vida que “valga la pena”
Los dos escritores constatan en ‘Homo Solver’ que la felicidad “te abraza cuando hay gratitud y conciencia, cuando se siente que algo vale la pena”
Kant cumple 300 años con su gran pregunta: ¿qué podemos conocer?
Hay un volumen en la estantería. Recurrimos a él, porque es todo sabiduría. Pero hay que esforzarse. Es La Stoa, Historia de un movimiento espiritual, de Max Pohlenz (Taurus). Hay muchos otros libros, los clásicos, a los que debemos volver. Y de todo ello, más la propia experiencia, --tal vez lo más importante—se nutren dos escritores, Àlex Rovira y Jordi Miralles, que acaban de publicar Homo Solver, (Kitaeru) una guía para tiempos muy convulsos, con enseñanzas para aguantar, para ser ‘resiliente’, para “resolver” todos los problemas que se presentan a lo largo de la vida.
¿Demasiado ambicioso? Son lecciones estoicas, las que llegan del mundo griego. Emilio Lledó lo ha señalado con claridad: “Después de la filosofía de Platón y Aristóteles que determina, en muchos aspectos teóricos y prácticos, el pensamiento y la cultura, surge una serie de reflexiones, de ‘filosofías’ que, como el epicureísmo y el estoicismo, pretenden dar un nuevo aire al sentido y horizonte del vivir”, apunta en el prólogo al libro de Max Pohlenz.
Lo que estaba en juego, por tanto, no era tanto el teorizar, “o sea, mirar el mundo y la naturaleza desde la experiencia, sino desde el sentimiento y la percepción del propio cuerpo y de su estar y ser en él”.
El “habitar” en ese mundo, el responder frente a lo que nos plantea cada día, preocupa y ocupa a Rovira y Miralles, que, junto a Antoni Bolinches, protagonizan un podcast de éxito: Ojalá lo hubiera sabido antes. Son lecciones, reflexiones, sobre desarrollo personal. Una posición, en realidad, filosófica a partir del legado de los clásicos.
¿Autoayuda en instantes de desorientación? La necesidad de explicar, de ser pedagógico, de aterrizar lo abstracto, justifica libros como Homo Solver. Pero, ¿qué desean poner sobre la mesa Rovira y Miralles?

Jordi Miralles y Àlex Rovira, en la presentación de 'Homo Solver'
Busquemos a Lledó, para hallar una palabra que repite Rovira: “Areté”. Es “el secreto”, remacha, en la presentación del libro esta semana en el restaurante Compartir, donde una selección de platos, pensados para la ocasión, da cuenta de cómo lo simple y lo complejo tiene cabida en todo momento, de cómo las exigencias de una vida obligan a mantener la calma, a ser equilibrado, a dominar los instintos y a –tal vez lo más difícil hoy—saber esperar.
“Al estoicismo le preocupó, sobre todo, la instalación en la vida personal, en la sociedad, en el universo. Una forma, pues de ‘globalizar’ como ahora se dice”. Y “ese habitar estuvo forjado por dos conceptos esenciales, la areté y la eudaimonía, o sea, el bien obrar y la felicidad”.
El maestro prosigue con el recuerdo de Diógenes Laercio, en el libro VII “de su famosa y original historia sobre la vida y el pensamiento de los filósofos”. El clásico sostiene que “esa relación, más allá de la naturaleza humana, nos lleva a la autarquía, y a un espacio ideal que serena y acompaña la inicial soledad de cada existencia”.
Eso es fuerte. La “autarquía” en nuestras existencias. Mantener la dignidad, el equilibrio, la mesura, abrazando los sentimientos, claro, pero sin que nos superen.
El secreto, en los postres
Rovira y Miralles, en este libro en Kitaeru, que es el nuevo sello de Anaya para indagar en los trabajos sobre desarrollo personal, plantean hasta 15 problemas que debería resolver cualquier persona en su intento de lograr una vida plena y que “valga la pena”. En eso incide Rovira, porque vivir por vivir, sin que se pueda reconocer un gesto hacia el otro o recibir una ayuda del otro, no tiene sentido.
Para escribirlo, los dos autores grabaron conversaciones sobre la vida real, sobre los problemas que se plantean de forma constante. En la medida en la que se resuelven, se puede hallar la “felicidad”.
Pero, ¿en qué consiste? “La felicidad en sí misma es algo absurdo. La felicidad te abraza cuando hay gratitud, conciencia, cuando sientes que algo vale la pena”, señala Rovira.
¿Experiencias? “Cánceres superados, divorcios, amigos que no te devuelven lo prestado…Con todo ello, nos sentamos y dijimos: '¿Cuáles son los grandes desafíos (de la vida)?' '¿Qué hago aquí en esta relación?', '¿Cómo voy a morir?' o '¿Tengo miedo a la muerte?"
Eso se explica en ‘Homo Solver’, con un patrón muy claro: el estoicismo, con ese secreto que llegó en el momento de los postres: “Areté”.
¿Otro libro? Siempre, siempre, se podrá recurrir a las Meditaciones de Marco Aurelio. El estoicismo se recupera con fuerza en nuestras vidas. Tal vez, no quede otra.