Huelga de trabajadores de Freixenet

Huelga de trabajadores de Freixenet SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

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El fantasma de la deslocalización sobrevuela el ERE de Freixenet a cinco días del fin de la negociación

Empresa y sindicatos encaran la recta final de las conversaciones, que se desarrollarán en plena huelga, sin apenas avances respecto al planteamiento inicial y en medio de un clima de creciente tensión

Más información: Los trabajadores de Freixenet amenazan con judicializar el ERE: "Esto es un exterminio empresarial"

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El ajuste laboral planteado por la dirección de Henkel Freixenet no va a ser uno más. Las negociaciones entre el grupo y los sindicatos para determinar las condiciones definitivas del expediente de regulación de empleo (ERE) comunicado hace algo más de un mes están a punto de finalizar. El proceso apenas ha registrado avances y el inmovilismo por parte de la empresa extiende entre los trabajadores las sospechas de que detrás de este proceso hay un cambio de modelo de negocio.

Desde el pasado martes, los trabajadores de Freixenet y Segura Viudas, las dos empresas afectadas por el ERE previsto para casi un cuarto de la plantilla, secundan una huelga, que se extenderá hasta el próximo 4 de junio. Un día antes tendrá lugar la última de las reuniones de las mesas y las perspectivas de un posible acuerdo son prácticamente inexistentes. 

Y no ha contribuido precisamente a calmar las aguas el que ha sido esencialmente el único movimiento de la compañía para tratar de aminorar las dimensiones del ajuste. Este ha consistido en una propuesta para desplazar a unos 35 trabajadores, de los 180 para los que está contemplado el ERE, a diferentes centros de producción del grupo en Alemania e Italia.

La medida haría posible reducir el tamaño del ajuste en un 20%; pero también supondría una más que complicada situación para los afectados, que se verían obligados a desplazar a sus familias, adaptarse a un nuevo entorno cultural y a otro modelo productivo.

Trabajadores de Freixenet en la manifestación del 1 de mayo en Barcelona / EP

Trabajadores de Freixenet en la manifestación del 1 de mayo en Barcelona / EP

Desde hace unos siete años, el grupo industrial alemán Henkel controla algo más del 50% del capital de Freixenet, mientras que las familias fundadoras se mantienen en la empresa en posición minoritaria.

La propuesta no ha hecho sino agrandar las sospechas sobre una estrategia de deslocalización progresiva por parte del grupo, en favor de otros productos que cuentan con un creciente predicamento en los mercados europeos.

Malestar y ofensa

Según ha podido saber Crónica Global, la propuesta trasladada por el comité a la asamblea generó un profundo malestar entre la plantilla. La sensación generalizada entre los trabajadores fue que la medida contaba incluso con tintes ofensivos. 

De acuerdo con fuentes próximas a los sindicatos, la propuesta trasladada desde la dirección ha fortalecido la unión entre la plantilla. Un hecho que se plasma en el seguimiento masivo que están registrando los paros en los diferentes centros de producción. 

Todos los intentos por parte de los representantes de los trabajadores de convencer a Henkel Freixenet para que adopte una medida de carácter temporal, a modo del expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) del pasado año, han sido en vano. 

Desde el primer momento, la línea argumental de los sindicatos ha sido que una solución de carácter temporal sería más adecuada para abordar el factor en el que la empresa fundamenta el ajuste: los efectos negativos de la sequía en la cosecha y, por ende, en la producción.

Viabilidad en peligro

No obstante, pese a que la situación meteorológica fue más negativa para la cosecha el pasado año, el ERTE se prolongó durante poco más de un mes, cuando estaba programado para un máximo de 180 días.

La dirección de la empresa ha asegurado a los trabajadores que la viabilidad del grupo está en peligro si no se lleva a cabo un proceso de extinción de empleo; y también, que las medidas temporales no servirían para paliar la situación.

El segmento del cava se enfrenta a un complicado escenario, marcado por una producción naturalmente limitada; un proceso muy elaborado y exigente; y un campo de actuación reducido para la obtención de la materia prima.

Pedro Ferrer, consejero delegado de Freixenet

Pedro Ferrer, consejero delegado de Freixenet

Este jueves, los trabajadores se han concentrado frente a la sede del Parlament para denunciar la situación en la que se encuentran. Posteriormente, algunos de los representantes han accedido a la Cámara para mantener un encuentro con portavoces de distintos grupos. 

La representación sindical ya mantuvo un encuentro con los grupos parlamentarios, poco antes de comenzar las negociaciones. Por entonces, los políticos trasladaron su apoyo y solidaridad a la plantilla y emplazaron a los trabajadores a mantenerles al tanto del desarrollo de las negociaciones.