
Isabel Coixet celebra a Lee Miller
Isabel Coixet celebra a Lee Miller
La directora de cine responde a la pregunta: ¿Qué única obra de arte te llevarías a casa, si pudieras elegir la que te diese la gana?
Más información: Isabel Coixet da el salto al mundo del arte y expone una cincuentena de obras en el Museo Thyssen
La directora de cine Isabel Coixet (Barcelona 1960) está en un momento de extraordinaria productividad: ha pasado unos meses rodando en París, unos meses rodando en Roma, y dentro de unos días inaugura en el museo Thyssen de Madrid su primera exposición de collages.
En París ha rodado, para la cadena Arte, la serie o miniserie de ocho episodios de 30 minutos cada uno Alguien debería prohibir los domingos por la tarde que el diario Le Figaro define como “una comedia agridulce sobre tres cinéfilas que comparten piso y buscan la manera de salir adelante.” Los
capítulos están “llenos de poesía, de hallazgos sonoros y visuales”.
En Roma acaba de rodar el drama The Ciotole, basada en el exitoso libro homónimo de la fallecida escritora italiana Michela Murgia. Pronto en las pantallas. En cuanto a los collages, es una muestra de 50 piezas, mezcla de papeles y fotos, que podrán verse desde el 10 de junio hasta mediados de septiembre.
¿Qué única obra de arte te llevarías a casa?
Desués de felicitarla por su hiperactividad, le preguntamos a Coixet: ¿Qué única obra de arte te llevarías a casa, si pudieras elegir la que te diese la gana? Sólo tiene que pensar unos minutos (quizá porque ya la tiene) y responde:
“Lee Miller capturó esta escena: tres personas yacen muertas en una oficina llena de polvo al final de la segunda guerra mundial. El alcalde de Leipzig, Alemania, su esposa y su hija se suicidaron con cianuro por temor a represalias de las tropas aliadas que asaltaron la ciudad. El potente flash de
Miller ilumina los cuerpos desde arriba, así como un escritorio en primer plano. La luz apenas llega al fondo de la habitación, donde un retrato enmarcado de Adolf Hitler se apoya en el marco de una puerta perdiéndose en la oscuridad. A primera vista las tres figuras parecen estar durmiendo. Sus cuerpos se desploman suavemente, casi con elegancia, sobre los muebles".
Sigue: "Posteriormente Lee reencuadró la fotografía para mostrar sólo a la hija. ¿Por qué me
obsesiona esta foto, hasta el punto de que tengo una copia sacada del negativo original firmado por Penrose, el hijo de Miller? Podría justificarlo: es la imagen hecha por una artista con casco de fotoperiodista que sabe trascender el puro testimonio histórico, la composición, la luz, blablablá. Pero
en realidad, como tantas cosas en la vida, no sé por qué me fascina. Sólo sé que cada día, cuando estoy en casa, la miro unos instantes y extrañamente me reconforta.”
Caramba, Isabel. Esta imagen trágica, que recuerda una pietá, es verdaderamente turbadora y conmovedora y quizá sea la foto de Lee Miller más conocida de cuantas tomó cuando avanzaba con el ejército norteamericano por la Alemania devastada del final de la segunda guerra mundial. Foto por
encima de aquella otra foto o autorretrato, también muy difundido, en el que la vemos tomando un baño en la bañera de la casa de Adolf Hitler, en Munich, tomada el mismo día en que éste se suicidó en el bunker de Beerlín.
Pero tenerla en casa, mirarla cada día… Yo de verdad que no entiendo a los artistas. La semana pasada Carlos Copertone se hubiera llevado a casa el terrible Papa gritando de Francis Bacon. Ahora Coixet resulta que ya tiene en casa a la desdichada hija del alcalde de Leipzig, que le
“reconforta”…