El Gobierno asedia al Club de Mar de Sitges e intenta cortarles la luz diez días antes de lo anunciado
El Gobierno asedia al Club de Mar de Sitges e intenta cortarle la luz diez días antes del derribo
El Ministerio de Transición Ecológica manda a técnicos de Endesa a destrozar el cuadro eléctrico de la institución, pese a que la justicia aún no se ha pronunciado sobre el futuro de este edificio protegido
Más: El Club de Mar de Sitges pide la suspensión de su derribo: "Sería un delito contra el patrimonio"
El Gobierno intensifica su cruzada contra el histórico Club de Mar de Sitges. La institución deportiva, que apura las vías judiciales para detener su derribo, ha recibido hoy con sorpresa la visita de técnicos de Endesa dispuestos a cortarles la luz.
La insospechada visita ha tenido lugar más de diez días antes del 2 de junio, la fecha marcada para el derribo del edificio.
Afortunadamente, personal del club y miembros de la junta directiva se encontraban en el momento de la visita de Endesa, y le han espetado que sin una orden judicial no podían acceder a un recinto privado.
"Confirmado por el Supremo"
Por su parte, desde la Delegación del Gobierno en Cataluña han recordado que la demolición se sustenta en una orden ministerial de 1994 confirmada por el Tribunal Supremo en 2003. El plan lo han corroborado también la Audiencia Nacional y la máxima instancia judicial.
La institución que comanda Carlos Prieto subraya que la intervención "permitirá recuperar hasta 10.000 metros cuadrados de playa seca". Con ello, se permitirá "mejorar la funcionalidad ambiental y la resistencia a los temporales".
Imagen del club de Mar de Sitges
A pie de Club
A pie de club, la percepción es otra. "Venían --los operarios-- decididos diciendo que cumplían órdenes. Hemos tenido que pararles los pies, porque aquí hay gente trabajando y comida en el frigorífico", detallan desde el club.
Una vez han recibido la negativa de entrada, han exigido saber dónde estaba el cuadro de luz, para cortarla en otro momento.
A la espera de que el Govern mueva ficha
El Gobierno recrudece así su batalla contra el Club de Mar, pese a que aún no han agotado todas las vías judiciales y recursivas para hacer frente a la embestida del Gobierno. De hecho, su recurso está admitido a trámite a la espera de la opinión del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
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El edificio es un Bien Cultural de Interés Local protegido por la ley de patrimonio de la Generalitat y derribarlo sería un delito. Por ello, el club ha pedido a la conselleria de Cultura que paralice el derribo. Y está a la espera de que el Govern mueva ficha, pero desde Transición Energética no tendrán tanta paciencia.
