Imagen con una mujer embarazada y el logo de Clínicas Eva

Imagen con una mujer embarazada y el logo de Clínicas Eva Crónica Global

Vida

Habla una de las afectadas por la pérdida de embriones en las clínicas EVA de Barcelona: “Me han robado la oportunidad de volver a ser madre”

La protagonista de este relato ha estado más de dos años buscando sus embriones. Los encontró con la ayuda desinteresada de un doctor, pero su historial clínico sigue desaparecido 

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En 2019, la protagonista de este relato —que prefiere mantenerse en el anonimato— cruzaba por primera vez las puertas de una de las clínicas EVA en L’Hospitalet de Llobregat con una esperanza firme: ser madre.

Lo consiguió al cabo de varios intentos. En octubre de 2020, tras un largo y costoso proceso de fecundación in vitro, logró quedarse embarazada. Fue una etapa feliz, sin sobresaltos, en la que depositó toda su confianza en esta conocida cadena de centros de fertilidad.

Lo que no imaginaba es que su calvario no empezaría antes de ser madre, como les sucede a muchas otras mujeres, sino después. Una odisea de desinformación, cierres encadenados y silencio institucional que se extiende hasta hoy.

Varios cierres consecutivos

Después de su embarazo, dejó congelados dos embriones en el centro de L’Hospitalet, por si algún día decidía volver a ser madre. Poco después, el centro cerró. Le informaron de que a partir de ese momento su centro de referencia se trasladaba a otra clínica del grupo EVA, esta vez en la calle Mallorca de Barcelona.

Allí tampoco permanecerían mucho tiempo: meses más tarde, se repitió la historia y la derivaron a otro centro en la avenida Diagonal.

Imagen de la antigua clínica en la avenida Diagonal

Imagen de la antigua clínica en la avenida Diagonal

¿Dónde estaban sus embriones?

Ella, ocupada con la crianza de su bebé, no se preocupó demasiado. “Confiaba en que todo estaba bien custodiado, que mis embriones estaban a salvo y que, llegado el momento, podría acceder a ellos”, explica a preguntas de Crónica Global. 

Sin embargo, su mundo se tambaleó cuando, en diciembre de 2022, decidió someterse a una nueva transferencia. Fue entonces cuando le confesaron que la clínica de avenida Diagonal había cerrado. Nadie la avisó. Nadie le explicó qué había ocurrido. Sus embriones, su historial médico y toda la información del donante para tener a su hijo aparentemente se habían desvanecido.

Una odisea de años

Durante meses, realizó llamadas, escribió correos y buscó ayuda por todas partes. La mayoría de sus intentos cayeron en saco roto. Finalmente, logró hablar con un doctor, responsable de fertilidad de WM Hospitales en Barcelona, cuyo equipo médico había asumido parte de los expedientes de clínicas EVA. Sin embargo, su caso no constaba entre ellos.

No obstante, el doctor la ayudó: “Él fue muy humano. Aunque no figuraba en sus registros, me ayudó a buscar. Gracias a él descubrí que mis embriones seguían en un laboratorio de Barcelona. De hecho, siempre habían estado allí, pero yo no lo sabía porque desde Clínicas EVA jamás me informaron de ello”.

Su historial sigue desaparecido

Aunque logró recuperar una parte de lo perdido, su historia quedó marcada por una herida profunda: su historial clínico sigue desaparecido, y con él, la información del donante y del tratamiento original. "Necesito recuperar esa información, porque si alguna vez le pasa algo a mi hijo, necesitaré saber las características del donante de espermatozoides", asevera la mujer. 

Y no sólo eso: considera que ya es tarde para volver a intentarlo. “Han pasado casi tres años desde que quise ser madre por segunda vez. Ahora siento que esa oportunidad ya no volverá. Me la han robado”, lamenta.

Los problemas continúan

Pero no se rinde. Ahora, en un nuevo capítulo de esta desesperante historia, esta mujer lucha por conservar lo poco que queda: sus embriones. El laboratorio le exige abonar los más de dos años de mantenimiento no pagados, a pesar de que la paciente asegura que nunca recibió información para poder hacerlo. "¿Cómo querían que les pagase si nadie me informó de nada?", lamenta. 

“Entienden mi situación, pero no hay alternativas: o pago todo lo que debo de golpe o pierdo los embriones. Estoy dispuesta a hacerlo, aunque no quiera volver a ser madre. Pero estoy negociando para que me dejen pagar a plazos...”, explica. De momento, la respuesta del laboratorio es negativa: o todo de una vez o nada. 

Incubadora de embriones para el proceso de fecundación 'in vitro'

Incubadora de embriones para el proceso de fecundación 'in vitro' EUROPA PRESS

Una de tantas afectadas

Por desgracia, no es un caso aislado, y su testimonio es uno más entre decenas. En foros, redes y plataformas de reseñas se acumulan varias denuncias de mujeres que se sienten abandonadas por esta cadena de clínicas vinculada al grupo Dorsia.

El Defensor del Paciente ya ha trasladado el caso de esta mujer ante la Fiscalía de Barcelona, pero la víctima no tiene muchas esperanzas: "Me han dicho que lo que han hecho no es un delito, pero quiero informarme bien, sé que hay muchas mujeres en mi misma situación", añade. 

Para esta mujer, más allá de la justicia, lo esencial es no quedarse en silencio. “Nadie debería pasar por esto. Nadie debería sentir que ha perdido sus embriones como si fueran mercancía olvidada en una mudanza. No es sólo un fallo administrativo. Es una vida que podría haber sido, y ya no será”.

Voz experta

El doctor Antonio Urries, presidente de la Asociación para el Estudio de la Biología de la Reproducción (ASEBIR), lo deja claro: “La ley establece que, si una clínica de reproducción asistida cierra, los gametos y embriones deben ser trasladados a otro centro acreditado, y las pacientes deben ser informadas para que puedan aceptar ese traslado o elegir otra alternativa”.

Según explica, todos los centros están obligados a contar con un plan de contingencia que contemple situaciones como esta. Dicho plan debe garantizar tanto el traslado seguro de las muestras biológicas como la conservación íntegra de los historiales clínicos.

Urries advierte de que la pérdida de un historial médico no es un simple descuido: constituye una infracción de la ley de protección de datos y puede comprometer la correcta identificación de los embriones. Pero, más allá del marco legal, destaca el impacto humano: “No podemos olvidar el daño psicológico y moral que supone para una paciente no saber qué ha pasado con sus embriones”.

La versión de Clínicas Eva

En conversación con este medio, los responsables de Clínicas Eva han querido mostrar su sorpresa al conocer este caso, y han asegurado que "jamás" se ha perdido ningún embrión, "estando todos en centros de fertilidad con todos los medios y recursos necesarios para garantizar la máxima seguridad del material biológico".

Del mismo modo, desmienten las acusaciones vertidas por la denunciante y por el resto de mujeres que han comentado de forma negativa los tratamientos de esta compañía, asegurando, además, que los presuntos delitos que le atribuye el Defensor del Paciente constituyen "un enorme daño a un equipo profesional que trabaja con ahínco y entrega en cumplir los sueños de innumerables familias". 

Asimismo, han querido insistir en que, a pesar del cierre o "reubicación" de algunos centros, la compañía no ha cesado su actividad. "Cualquiera de estos pacientes que requiera alguna aclaración o información puede ponerse en contacto con nosotros en el siguiente mail: dpd@clinicaseva.es", zanjan.