
Gorg de Can Batlle
La piscina natural más bonita de Girona para disfrutar este verano: en un entorno natural único
Ideal para los amantes de la naturaleza, que se encuentra al lado de un monumento megalítico
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La naturaleza nos brinda una diversidad de paisajes que despiertan nuestros sentidos y nos conectan con lo esencial. Desde las cumbres nevadas de los Pirineos hasta las playas doradas del Mediterráneo, cada rincón ofrece una experiencia única. En Cataluña, el Lago de Sant Maurici, rodeado de bosques y montañas, ofrece una oportunidad única de sumergirse en un paisaje inspirador. Estos lugares no solo son, visualmente, impresionantes, sino que también ofrecen la posibilidad de desconectar del bullicio diario y reconectar con uno mismo.
Al visitar estos parajes, no solo admiramos su belleza, sino que también aprendemos a valorar y proteger el equilibrio natural que sustenta la vida en nuestro planeta.
La piscina natural más bonita de Cataluña
El Gorg de Can Batlle, también conocido como el Salt de Can Batlle, es uno de los entornos más bonitos de la comarca de la Garrotxa, en Girona. Situado a las afueras del pintoresco pueblo medieval de Santa Pau, este rincón ofrece una experiencia única para los amantes de la naturaleza. El sendero transcurre entre bosques de hayas y robles, y en el camino se encuentra la enigmática Pedra del Diable, un menhir de basalto de casi tres metros de altura que añade un toque místico al recorrido.
Al llegar, los visitantes se encuentran con una impresionante cascada que forma una piscina natural de aguas cristalinas. Es posible disfrutar de un refrescante baño en las pozas, aunque se debe tener precaución, ya que el agua suele estar bastante fría, incluso en verano. Además, hay un sendero que permite acceder a la parte superior de la cascada, ofreciendo una perspectiva diferente del paisaje.
La Pedra del Diable
La Pedra del Diable es un monumento megalítico, también conocido como Pedra Dreta o Pedra Grossa, que se alza con una altura de, aproximadamente, 2,8 metros y una anchura de 0,8 metros. Su forma antropomorfa y su posición vertical sugieren que fue erigido entre el Neolítico medio y el Calcolítico, es decir, entre mediados del IV y finales del III milenio a.C. La piedra fue documentada por primera vez en 1872 por el pintor Joaquim Vayreda, quien la describió en la revista La Ilustración de Madrid.
La leyenda más conocida asociada a la Pedra del Diable relata la historia de una joven que debía casarse con su amado, quien la esperaba al otro lado del río Ter. Debido al caudaloso río, la muchacha no podía cruzar, por lo que prometió su alma al diablo si este la ayudaba a llegar antes de la medianoche. El diablo accedió y comenzó a construir un puente, transportando enormes piedras desde el Pirineo. Sin embargo, cuando estaba por colocar la última piedra, sonaron las campanadas de medianoche, y el diablo, frustrado, dejó caer la piedra en el lugar donde hoy se encuentra el menhir.
Además de su valor arqueológico, la Pedra del Diable ha sido objeto de diversas interpretaciones culturales. Algunos estudiosos sugieren que pudo haber servido como marcador territorial entre tribus íberas, como los ausetanos y los indiketes. Su ubicación estratégica y su imponente presencia refuerzan esta teoría. En la actualidad, el menhir forma parte del patrimonio cultural de la Garrotxa y es un punto de interés para quienes recorren las rutas naturales e históricas de la región.
Recomendaciones y cómo llegar
Es importante recordar que, para preservar este entorno natural, se deben seguir ciertas normas: está prohibido hacer fuego, acampar o dejar residuos en la zona. Además, se recomienda llevar calzado adecuado, ya que algunos tramos pueden ser resbaladizos, especialmente, después de las lluvias. El Gorg de Can Batlle es, sin duda, un destino ideal para quienes buscan una escapada en plena naturaleza, combinando belleza paisajística con la posibilidad de disfrutar de un baño en un entorno único.
Para llegar, se recomienda tomar la carretera GI-524 que conecta Olot con Santa Pau. En temporada alta, especialmente, entre finales de junio y agosto, es obligatorio reservar plaza en el aparcamiento habilitado, con un coste de 6 € por vehículo. Esta medida busca preservar el entorno natural y evitar la masificación. Desde el parking, el acceso al gorg está bien señalizado y el camino es, mayormente, llano, aunque el tramo final presenta una ligera pendiente descendente.