Mejor que la de tu abuela: esta es la receta de la tortilla catalana que desconocías

Las recetas de nuestras abuelas ocupan un lugar especial en nuestro corazón porque representan mucho más que simples platos: son recuerdos vivos de momentos compartidos, de aromas que llenaban la casa y de sabores que nos reconfortaban. Estas preparaciones, transmitidas de generación en generación, se adaptaban a los gustos de la familia, convirtiéndose en una expresión de amor y dedicación. Además, eran elaboradas con ingredientes sencillos y técnicas tradicionales, lo que les confería un sabor auténtico y único.

Más allá de la nostalgia, la cocina de las abuelas es un testimonio de sabiduría y experiencia. Cada receta refleja años de práctica, ajustes y perfeccionamientos, convirtiéndose en un legado culinario invaluable. Cocina casera hecha con mucho cariño.

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La receta de la abuela

La tortilla 'agafa-sants' es una receta humilde en ingredientes, pero llena de historia y sabor: una gran desconocida incluso para muchos catalanes. Muy típica de la zona del Empordà, de origen monástico y hecha a base de harina. Se preparaba en tiempos de escasez, cuando apenas había comida y tocaba echar mano de la imaginación para alimentar a la familia: se servía junto con las sobras del sofrito, utilizado para otras elaboraciones. Con el tiempo, la receta a base de harina se fue completando con otros ingredientes; primero, los huevos y la leche y, más adelante, una picada de almendras.

Solo te llevará unos 45 minutos. Estos son los ingredientes:

• 16 tomates rojos y maduros.
• 2 cebollas medianas.
• 6 almendras.
• 2 dientes de ajo.
• 2 ramitas de perejil fresco.
• 4 huevos.
• 100 ml de leche.
• 4 cucharadas soperas de harina.
• Aceite de oliva virgen extra.
• Sal y pimienta al gusto.

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Para su elaboración, debemos seguir los siguientes pasos:

• Pela y pica finamente las cebollas y los tomates. Si prefieres, puedes pelar los tomates sumergiéndolos, brevemente, en agua hirviendo y luego en agua fría para que la piel se desprenda fácilmente. En una cazuela grande, calienta un chorro de aceite de oliva y añade las cebollas picadas. Sofríe a fuego lento hasta que se vuelvan translúcidas.
  Agrega los tomates picados, sazona con sal y pimienta al gusto y cocina todo junto, removiendo de vez en cuando, hasta que la salsa espese ligeramente. Si ves que se queda muy seco, puedes añadir un poquito de agua para que no se queme. Deja que se cocine lentamente mientras preparas la mezcla para las tortillas.
• En un cuenco grande, bate los huevos con la leche y la harina disuelta. Sazona con sal y pimienta al gusto. Calienta una sartén antiadherente con unas gotas de aceite de oliva. Vierte un cacito de la mezcla de huevo en la sartén caliente y extiende bien la masa para que la tortilla quede fina. Cocina durante 1-2 minutos, por cada lado, hasta que esté dorada. Repite el proceso hasta que tengas todas las tortillas hechas. Colócalas en un plato y resérvalas.
• En un mortero, coloca los ajos, las almendras y las ramitas de perejil fresco. Machaca todo hasta obtener una pasta fina. Una vez tengas la pasta lista, añádela al sofrito de tomate y cebolla. Remueve bien para que los sabores se integren.
• Añade las tortillas a la cazuela con el sofrito. Cocina a fuego lento durante unos minutos para que las tortillas absorban los sabores. Sírvelas acompañadas de una ensalada fresca o como plato principal acompañado de pan crujiente.