
Miguel Ángel Feito, presidente de la OCU
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) planeó actuar como lobi ante el Gobierno para barrer del mercado a sus competidores en la supuesta defensa de los clientes.
El ente que preside Miguel Ángel Feito quiso restar poder de influencia a Facua, la organización que lidera el activista Rubén Sánchez. En la documentación que ha conocido este medio, la OCU planteó “limitar el abuso de la condición de la asociación de consumidores por parte de entidades que realizan las mismas actividades que los despachos de abogados”.
La OCU lo disfrazó con la noble meta de una “mejora del marco regulatorio de las asociaciones de consumidores". Pero la realidad es mucho más oscura: quisieron acabar con su competencia. No es tampoco la primera vez que este organismo está en el centro de la polémica. Ni será el último.