
Jordi Sargatal, ornitologo
El nuevo Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) aprobado por la junta rectora del Parque Natural del Cap de Creus ha puesto en un brete a una parte del sector náutico de la zona debido a sus fuertes restricciones.
Este plan, destinado a proteger esta zona de la Costa Brava gerundense, ha creado cierta controversia al limitar, por ejemplo, el número de empresas autorizadas para realizar ciertas actividades del mar.
Desde el sector náutico turístico, tal como explica Crónica Global este miércoles, han surgido voces que lamentan que la Generalitat les haya dejado de lado, a pesar de que los cambios afectan de lleno a su operativa.
El PRUG contiene medidas razonables, tales como restringir el uso de motos de agua a casos muy concretos, o limitar la práctica del submarinismo. E introduce, además, buenas prácticas que pueden ayudar a mejorar la profesionalidad el sector. Pero genera dudas y preocupación entre los afectados, que reprochan al Govern que no haya tenido en cuenta sus argumentos.
Así, según advierten, con tantas cortapisas a su actividad se corre el riesgo de que, al final, también paguen justos por pecadores. Y, con ello, se deje sin trabajo a empresas que trabajan de forma respetuosa y correcta.