Así se ven los asientos del nuevo Camp Nou durante las obras en Barcelona
La batería de excusas de Laporta para justificar los retrasos de Limak en las obras del Camp Nou
El presidente azulgrana y la comisión del Espai Barça defienden a la constructora y mantienen que los plazos se han alargado por incidencias normales en cualquier reforma derivados del deteriorado estado del campo en 2023
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La elección de Limak para remodelar el Camp Nou fue una decisión arriesgada y controvertida de Joan Laporta. Argumentó el presidente del Barça que la constructora turca fue la única empresa que asumió su coste por debajo de los 1.000 millones de euros y los plazos marcados por el club. Hoy, las obras van con retraso, no hay penalización alguna para Limak y el máximo dirigente barcelonista ya prepara una batería de excusas para justificar las demoras.
Laporta siempre fue el gran valedor de Limak. Apostó fuerte por una compañía que suscitaba muchas dudas y que provocó la dimisión de Jordi Llauradó, directivo responsable del Espai Barça. Tras un primer derribo de la tercera grada en noviembre de 2022, coincidiendo con la celebración del Mundial de Qatar, las obras a gran escala comenzaron en verano de 2023.
Estudio de arquitectos
La reforma del Camp Nou también contó con el liderazgo de Torrella Ingeniería y Arquitectura, un modesto estudio de arquitectos de Terrassa, en detrimento de Nikken Sekkei. El estudio japonés finalmente quedó vinculado a la obra como garante del proyecto.
Joan Laporta, junto al presidente de Limak Construction / REDES
Los permisos para remodelar las primeras dos gradas y levantar la tercera se demoraron unos meses respecto a la previsión del club, al modificarse el proyecto inicial del expresidente Bartomeu y Nikken Sekkei. Después, el Barça y Limak lamentaron que el Ayuntamiento de Barcelona, liderado por Jaume Collboni, limitara los horarios de las obras, tras las quejas de los vecinos de Les Corts por los ruidos de las grúas.
Obstáculos para Limak
Limak, según desveló Culemanía, también topó con las estrictas medidas laborales de España en relación a las condiciones de los trabajadores y prevención de riesgos. Posteriormente, han tenido dificultades para encontrar personal cualificado para los trabajos más complejos.
Joan Laporta, junto al presidente de Limak Construction / REDES
Varios manifestantes alzan sus pancartas en contra de la alianza del Barça con Limak CULEMANÍA
Laporta esperaba que las grúas pudieran trabajar las 24 horas durante los siete días de la semana. Los recortes, según el presidente, explican el actual retraso, aunque en el club también admiten que la constructora tuvo problemas para contratar personal cualificado.
Un solo estadio
Limak, que solo había construido un estadio para 25.000 espectadores en Turquía, alardeó de terminar las grandes obras con puntualidad. Incluso antes de tiempo. Según Laporta, la constructora aceptó una penalización de un millón de euros por cada día de retraso en la vuelta del Barça al Camp Nou. Y el regreso del primer equipo se fijó para finales de noviembre de 2024, con motivo del 125 aniversario de la fundación de la entidad.
Vista aérea del Mersin Arena REDES
Los máximos responsables de Limak recomendaron a Laporta el derribo total del Camp Nou y la construcción de un estadio nuevo, una obra menos compleja técnicamente. La compañía turca notificó al presidente del Barça que las estructuras del estadio, con materiales muy antiguos, estaban muy deterioradas.
Las 127 patologías
La junta directiva del Barça notificó que el viejo Camp Nou tenía 127 patologías cuando Laporta defendió la necesidad de cambiar el primer proyecto, recomendando el derribo de la tercera grada. El club argumentó que tenía un informe en el que se desvelaba un caso de carbonatosis en el hormigón, que supone la porosidad del cemento empleado por las presencia de agua o humedades y puede comportar una pérdida de resistencia del edificio.
Visión panorámica de las obras del nuevo Camp Nou en marzo de 2025 en Barcelona
Casi dos años después de iniciarse la reforma del Camp Nou, Limak todavía está adecuando las dos primeras gradas con la instalación de nuevos lavabos, la mejora de los pasillos, la colocación de nuevos asientos y la supresión de algunos pasillos. También han comenzado los trabajos para plantar el nuevo césped del estadio del Barça.
La futura cubierta
La construcción de la tercera grada está en una fase muy incipiente. Limak y el Barça esperan que esté totalmente terminada en junio de 2026, pero ya han anunciado que la instalación de la cubierta, de 48.000 metros cuadrados, se retrasará un año. No se colocará este verano, como estaba previsto inicialmente, y en el club admiten que este trabajo es el más complicado.
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Laporta fue muy atrevido en su discurso en verano de 2023 cuando anunció que el Barça solo jugaría un año en Montjuïc. Fuentes del Ayuntamiento de Barcelona ya notificaron a Culemanía que el primer equipo estaría dos temporadas en el Lluís Companys, con unos ingresos muy inferiores y con solo 22.000 abonados que han renovado su carnet en el curso actual. La pasada temporada, el traslado comportó unas pérdidas de 100 millones de euros para un Barcelona con muchas tensiones de tesorería.
Un estadio del siglo XXI
Hoy, Laporta es más precavido. La reforma del Camp Nou es la obra más emblemática e importante del club en el siglo XXI y tendrá un gran impacto en Barcelona. El futuro estadio tendrá una capacidad máxima para 104.000 espectadores y será mucho más cómodo y sostenible. Tendrá 69 ascensores, 78 escaleras mecánicas, 3.000 plazas de aparcamiento, un boulevard de 360 gradas, un museo nuevo y una tienda oficial con el objetivo de ingresar 350 millones de euros por temporada. Un pastizal que, según el presidente, debe garantizar la estabilidad económica de la entidad.
